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A partir del 2 de febrero, Serunion no preparará más los menús escolares para colegios vascos. A través de un comunicado, el departamento de Educación ha comunicado que junto a la empresa de catering “han acordado rescindir los contratos por los que la compañía venía prestando el servicio de comedor en diferentes puntos de Euskadi”. A partir de ese día, otras empresas del sector se encargarán de elaborar los menús escolares para los centros a los que antes servía Serunion.
A muchas familias vascas el curso escolar se les había empezado a indigestar casi desde su arranque el pasado mes de septiembre. Bueno, para ser más exactos, el curso no sino la hora de la comida. "Microorganismos" en la pasta, filetes de ternera ácidos en salsa e insectos en el menú de sus hijos colmaron la paciencia de muchas madres y padres.
Las protestas se hicieron extensivas al Gobierno Vasco por no rescindir el contrato a Serunion, la empresa responsable de ofrecer el servicio de comidas en algunos centros escolares vascos, entre ellos, a 11 en Álava. Precisamente en uno de estos últimos, en la ikastola Ikasbidea fue donde el pasado 22 de septiembre se detectó la presencia de lombrices en la pasta que aquel día iban a degustar los cerca de medio millar de alumnos, de entre 3 y 12 años, que comen en el ‘jantoki’ (comedor).
El hallazgo provocó “asco” e “impotencia” entre unos padres que clamaban para que otra empresa diera de comer a sus hijos. Pero, el Gobierno Vasco solventó el asunto abriendo un expediente sancionador a Serunion porque los técnicos del Departamento de Sanidad y del Departamento de Hacienda y Contratación consideraron “que la incidencia no es suficiente para romper el contrato con la empresa”. Le impusieron una “sanción económica” por una “infracción grave”.
Tras aquel capítulo llegarían otros. Dos meses más tarde, la carne guisada del menú presentaba un aspecto extraño y un sabor aún más extraño, sabía ácida. Los niños no llegaron a comerla porque los responsables del comedor, al recepcionar la comida que elabora la empresa Serunion, optaron por no servir este plato ante las dudas que les generaba su estado. Así, los escolares tuvieron que contentarse con una sopa.
A pocos kilómetros de allí y tan solo unos días más tarde, el Instituto de Secundaria de Murgia (Álava) retiró del servicio la menestra de verduras al detectar la presencia de pequeños insectos, al menos en una de las cazuelas.
La incertidumbre y la desconfianza al ir trascendiendo estas noticias y ante lo que ellos mismos veían se fue extendiendo y en Hernani, las familias de la ikastola Langile decidieron reclamar un ‘Servicio digno y saludable para nuestros hijos’ con una huelga de comedor, es decir, sus hijos acudieron a clase con el tupper para evitar comer el menú escolar.
Los incidentes con Serunion no se limitaron a la Comunidad Autónoma Vasca, y en estos meses otros centros escolares de La Rioja reportaron incidentes similares y se quejaron públicamente del servicio.
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