Un incendio de madrugada en un edificio okupado del casco viejo de Vitoria deja tres heridos y 24 desalojados

  • El inmueble había sido precintado en varias ocasiones por su mal estado pero los okupas accedían al interior

  • Las llamas comenzaron en la planta baja y ascendieron hasta el tercer piso

  • Se investiga el origen del fuego aunque se baraja que fuera provocado

Tremendo susto el que han vivido los vecinos del número 18 de la calle Santo Domingo de Vitoria y los residentes de los inmuebles adyacentes esta pasada madrugada. Un incendio en un piso okupado les ha obligado a salir con lo puesto de sus casas a eso de las tres de la mañana. Se baraja como principal hipótesis que el fuego haya sido provocado.

“He salido con mis tres hijas pequeñas en pijama y hemos estado casi tres horas en la calle”, se queja Blessing Peter, vecina del primer piso del número 16. A pesar de las temperaturas heladoras a esa hora, las niñas “no querían regresar a casa”, cuando a las 06.00 de la mañana les han permitido hacerlo, porque “tenían mucho miedo”.

A primera hora de la mañana y con el fuego ya extinguido, la unidad canina de la Ertzaintza ha accedido al inmueble para tratar de averiguar el origen del incendio en un piso okupado. Antonio Jiménez, vecino de un edificio próximo, advierte de que el portal 18 “estaba en ruinas” y que no reunía condiciones mínimas de habitabilidad.

De hecho, los propietarios habían sido desalojados y precintado el inmueble, según ha relatado Iñaki Gurtubai, concejal de Seguridad de Vitoria a Radio Euskadi. “Tenían que tirarlo”, puntualiza Jiménez. Desde el consistorio vitoriano reconocían que en los últimos tiempos se había precintado el edificio, al menos en "cinco o seis ocasiones", pero repetidamente los okupas han accedido al mismo.

Estructura de madera

Tres personas han resultado heridas y dos de ellas han tenido que ser trasladadas al hospital de Txagorritxu por la inhalación de humo. En total, 24 personas han contenido la respiración en la calle mientras los bomberos trataban de sofocar las llamas que se han originado en la planta baja y que han ascendido hasta el tercer piso.

El edificio es antiguo y su estructura es de madera, por lo que muchos han temido que se convirtiera en una antorcha y acabara reducido a cenizas.

No ha sido así, entre otras cosas, gracias a la premura de los profesionales del servicio de extinción de incendios que se han afanado durante una hora en extinguir las llamas.

 

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