Una colección de más de 2.000 belenes de los cinco continentes: “Viajas por el mundo sin coger un avión"

Un belén diminuto dentro de un pistacho, don Quijote haciendo de san José, un nacimiento pintado sobre uñas de porcelana. Son sólo tres de los más de 2.000 belenes que Teresa Lafragua ha ido adquiriendo durante décadas. Coincidiendo con las fechas navideñas, Teresa expone su colección en el Museo Santxotena de la localidad alavesa de Artziniega.

Este año suma 130 nuevas adquisiciones a una muestra única en España. No sólo por su elevado número de belenes, también por su variedad de estilos, tamaños y materiales utilizados en la elaboración de la figuras.

En “Belenes del mundo” hay representación de los cinco continentes y de la mayoría de las comunidades autónomas.  

“Para mí es como viajar por el mundo sin coger un avión. No es solo una exposición de belenes sino una muestra antropológica  y etnografía. A través de los belenes, das a conocer su patrimonio cultural, su indumentaria tradicional, costumbres, oficios, arquitecturas y paisajes”, explica Teresa.

2023 es un año muy especial para la coleccionista. Es el 25 aniversario del comienzo de esta aventura.

 “Veinticinco ediciones no se cumplen todos los días, y menos cuando se trata de una exposición surgida del esfuerzo de un museo privado. Para celebrarlo, les hemos hecho un homenaje a las salineras del Valle Salado de Añana. Es  un montaje muy especial con todo el proceso de como hacían la sal, haya por la época de los 40, estas mujeres fuertes y valientes“, cuenta.

Las salineras es uno de los tantos belenes que Teresa ha ido encargando para su exposición a artesanos alfareros, ceramistas, vidrieros, tallista o herreros de todo el país. Pero su colección también se nutre de sus viajes o de los de familiares y amigos “a los que les pido que me traigan alguno”.

 “Belenes abstractos”

 La pasión de Teresa por los belenes comienza en la niñez.

“Recordar como lo montaba de pequeña me da cierta nostalgia. Me da pena que se pierda esta tradición que está relacionada con un sentimiento religioso. A mí no me gustan por eso si no porque algunos son verdaderas obras de arte. ”,  

En el Museo Santxotena no faltan los belenes abstractos “que suelen ser los que más sorprenden a los visitantes”, los de crítica social “con pateras o contra la guerra” y los comprados  a diferentes ONGS, centros ocupacionales para personas con discapacidad o asociaciones de lucha contra un enfermedad “con las que ayudamos a financiar sus necesidades”, afirma Teresa.