El Supremo avala el despido de una cajera de un súper de Vitoria por robar cuatro artículos que no llegaban a 6 euros
Llevaba en la bolsa dos difusores eléctricos y dos recambios de ambientador que no había pagado
El valor de lo hurtado no llegaba a 6 euros, pero para la justicia prevalece 'la quiebra de confianza'
Dos fallos judiciales previos daban la razón a la despedida
El Tribunal Supremo avala la decisión de una cadena de supermercados para despedir a una cajera que se llevó sin pagar de una de sus tiendas en Vitoria, “dos difusores eléctricos y dos recambios de ambientador”.
Lo hurtado no llegada a seis euros, en total 5,52 euros, pero el Supremo considera que por encima del valor de lo robado está la “quiebra de confianza” de la compañía respecto a su trabajadora, que ocupaba el puesto de cajera.
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Una sentencia que contradice el fallo de un juzgado de Vitoria y posteriormente la del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que consideraron que se trataba de un despido improcedente y decretaron la reincorporación de la despedida a su puesto, que fuera compensada por los días que había estado sin trabajar y una indemnización de 4.000 euros.
La sentencia sienta jurisprudencia
La empresa decidió recurrir al Supremo y ahora su sentencia, según publica El Correo, es definitiva y crea jurisprudencia. El juez del Tribunal Supremo Ángel Blasco califica lo ocurrido de “falta muy grave” y entiende que “difícilmente puede sostenerse que no haya quebrado la confianza que la empresa deposita en la trabajadora que ocupa un puesto como cajera”. En este sentido, según el régimen disciplinario del convenio colectivo de esa firma con implantación nacional, el fallo afirma que merece la rescisión unilateral.
Hace dos años y medio, el jefe de turno de la ahora despedida, en una revisión rutinaria, inspeccionó la bolsa de ésta. Encontró varios productos que la trabajadora había abonado en una caja de autocobro, pero había cuatro que no habían sido pagados: dos difusores eléctricos y dos recambios de ambientador, cuyo coste ascendía a 5,53 euros.
Tras el hallazgo a la trabajadora se le comunicó la rescisión de su contrato. Ella recurrió a la justicia y tras dos fallos favorables, la sentencia del Supremo la deja ahora sin trabajo y con la obligación de devolver el dinero con la que la indemnizaron.