Mak protagoniza la "boda del año" en Vitoria y abre la puerta a las mascotas a ceremonias civiles
El perro Mak ha cumplido el sueño de Conchi y Roberto: sobre su lomo ha llevado los anillos para el enlace matrimonial
La mascota del matrimonio, como uno más de la familia, sienta un precedente para la asistencia de animales a bodas
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El perro Mak se ha convertido hoy en el gran protagonista de la que puede ser la "boda del año" en Vitoria (Álava). Ha cumplido el sueño de Kontxi y Roberto, a los que ha acompañado en uno de los días más importante de sus vidas.
Tras la negativa inicial del ayuntamiento de la capital alavesa, ambos estuvieron recogiendo firmas para conseguir la autorización. Lograron más de 30.0000 a través de la plataforma Change.org para que el can pudiese asistir al evento.
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Después de hacerlo, ha abierto la puerta a que las mascotas puedan ir a enlaces matrimoniales en los consistorios vascos. Pasadas las 11:30 horas de la mañana, Mak y Roberto han llegado a la Plaza Nueva y se han bajado del coche ante la mirada de familiares, de curiosos y de medios de comunicación que se han acercado para inmortalizar este momento.
Este sábado Mak se haya encargado de portar en una almohadilla colocada sobre su lomo los anillos de sus dueños en el salón consistorial en el que se ha oficiado la boda. Con esmoquin y una vistosa pajarita rosa a juego con la camisa del cónyuge y con el vestido de la futura esposa este perro ha posado ante las cámaras.
Con una absoluta tranquilidad solo perturbada por la presencia de compañeros de especie en los alrededores. Y con un "ahora no es hora de ligar" que ha expresado Roberto, el pequeño ha vuelto a mirar a las cámaras a la espera de que llegase Kontxi.
"La que hemos liado", ha confesado la novia
Los aplausos y un sonoro "estás haciendo historia" por parte de la familia han animado a Mak antes de subir las escaleras de la casa consistorial, a las que los novios se han dirigido para formalizar su unión.
"La que hemos liado", ha confesado la novia antes de subir y mientras saludaba a familiares y amigos. Esta historia con final feliz comenzó con la decisión de la pareja de hacer público su sueño de que su mascota fuese participe de su matrimonio al no permitírselo el ayuntamiento vitoriano.
En su solicitud la pareja recordaba que con la reforma del Código Civil, los animales tienen un estatus jurídico diferente al de las cosas, por lo que son considerados seres vivos dotados de sensibilidad y se les considera miembros de la familia.
Para Roberto y Kontxi, su perro es efectivamente uno más. La pareja no tiene hijos y Mak lleva en sus vidas ya cerca de tres años desde que fuese adoptado. Destacaban además que la Ley vasca de Protección Animal establece que los animales podrán acceder a los espacios públicos.
Salvo prohibición expresa, cuando sean conducidos por sus dueños con una correa. La legislación estatal también reconoce el derecho de los animales de compañía a acceder a edificios públicos si no existe una señalización que lo prohíba.
Punto de partida para una nueva normativa
Aunque este es un permiso puntual, sienta un precedente para que otros animales puedan seguir su ejemplo. No solo en Vitoria, sino en el resto de ayuntamientos vascos, que en conjunto están revisando la normativa para poder adaptarla a estos nuevos tiempos.
Mak ha cumplido con los requisitos exigidos y además de ir atado con una correa, está correctamente identificado, registrado y vacunado. Antes de entrar en el edificio ha mostrado un adecuado comportamiento. Eso sí, durante la ceremonia civil no ha podido ni comer ni beber, eso ha quedado para el merecido banquete posterior.