El menor apaleado por otros seis compañeros en el centro de acogida de Amorebieta este pasado martes, fue dado de alta a las pocas horas de la agresión y, actualmente, se encuentra atendido y protegido por los servicios forales. Los esfuerzos de la Diputación se centran ahora en velar por “su bienestar físico y emocional”. Hace tres años este centro fue noticia porque tres adolescentes fueron detenidos tras lanzar piedras a la Ertzaintza.
Los hechos tuvieron lugar el pasado martes 17 de octubre. Aunque el hermetismo institucional es férreo en este asunto, dado que implica a menores de edad y que hay una investigación policial en curso, al parecer la discusión, según apuntan medios como El Correo, se originó por un asunto tan trivial como una litera.
Tanto la víctima como sus agresores tienen entre 16 y 17 años y residen en el centro de acogida de Amorebieta para menores extranjeros no acompañados, a los que tutela la institución foral vizcaína, en el barrio San Antonio Elgezabal.
Presuntamente a la víctima le propinaron una paliza con un cinturón y hasta con una barra de hierro. La lluvia de patadas, puñetazos y golpes por todo el cuerpo dejaron al menor inconsciente. “Tras el ataque se actuó inmediatamente”, revela la portavoz de la Diputación de Bizkaia, Leixuri Arrizabalaga. La Ertzaintza y una ambulancia medicalizada se trasladaron hasta el centro de menores.
El joven fue trasladado al Hospital de Galdakao donde le atendieron de sus lesiones y de donde salió horas después de su ingreso tras recibir el alta. Mientras tanto, los presuntos agresores permanecen bajo la tutela de sus tutores legales, tras dar aviso a la Fiscalía de Menores del ataque. “La justicia obrará en consecuencia tras la investigación que hay en curso”, confía Arrizabalaga.
Desde la Diputación de Bizkaia aseguran que se encuentran analizando lo ocurrido para determinar, en caso de ser necesario, “si es amplían o no las medidas de seguridad” en el centro de Amorebieta, con cuyos trabajadores están en “contacto continuo” tras el ataque.
Se da la circunstancia de que este centro de acogida sufrió un incendio en diciembre de 2017 y que había sido reformado íntegramente para empezar de nuevo a acoger residentes menores extranjeros no acompañados a principios de este 2023.