Conchi Marcos y Roberto Mendo están acostumbrados a romper moldes. Lo hicieron hace casi 15 años cuando se conocieron a través de una red social de contactos, “hoy en día está normalizado, pero entonces nos decían que estábamos locos”, cuentan. Y lo vuelven a hacer ahora, en puertas de convertirse en marido y mujer, con su lucha para lograr que su perro Mak pueda asistir a su boda.
Se casan el próximo 28 de octubre en el ayuntamiento de su ciudad, que se niega a que la mascota pueda estar presente en el enlace. “Estamos luchando por nosotros y también por otras parejas”, exclaman ambos.
Este mestizo de 10 kilos tiene reservado un papel protagonista en la ceremonia porque “queremos que nos lleve los anillos”, pero a 11 días de la fecha fijada, “aún no sabemos si podrá estar con nosotros en ese momento tan especial”, lamenta Roberto.
Incansables al desaliento, a pesar del ‘no’ reiterado del consistorio, denunciaron la decisión ante el Ararteko y la Síndica, e iniciaron una campaña de recogida de firmas en Change.org que ha logrado sumar “casi 30.000 rúbricas en solo cuatro días”. Las muestras de apoyo son constantes ante la cerrazón municipal, que “nos dice un no porque no, sin darnos razones de peso” para que Mak no pise las nobles instalaciones municipales.
Desde el Ayuntamiento de la capital alavesa aclaran que el asunto lo están estudiando sus servicios jurídicos. Tras la aprobación de la Ley de Bienestar Animal trabajan para adecuar la ordenanza municipal reguladora de la protección y tenencia de animales a la ley que entró en vigor el 29 de septiembre. Este caso concreto, “creemos que podemos solucionarlo con una autorización puntual acompañada del cumpliendo de una serie de condiciones”, adelantan.
A pesar de que la pareja insiste en que la ley les ampara, al contemplar “que puede entrar mientras no esté explícitamente prohibido y aquí no lo está”, lo cierto es que a las puertas del ‘altar’, aún no saben si podrán cumplir su sueño: “Este es un proyecto de familia y Mak es miembro de ella”, insisten.
Y lo es, hasta el punto de que esta pareja de novios y futuro matrimonio no ha dudado en grabar la huella de su mascota en las alianzas. Para que Mak, cuyo nombre resulta de la suma de la primera letra del apellido de Roberto Mendo más “la ‘a’ de ‘and’, en inglés, y la ‘k’ de Kontxi” esté con ellos de una u otra manera en un día tan especial.
Desde que lo adoptaran en Zaragoza, hace dos años y medio, Mak no se ha separado de ellos. A diario acompaña a su dueña mientras trabaja en la peluquería, “nunca ladra, está acostumbrado al ruido y es súper obediente”, apunta Conchi, que desvela que su mascota les ha acompañado “hasta a balnearios de vacaciones”.
Para asistir al ‘sí quiero’ de sus amos, Mak tiene ya preparada la pajarita y el traje para lucir elegante en tan importante ocasión. Si al final no le dejan entrar, tendrá que “esperarnos fuera con algún familiar o amigo”, se resignan. Aunque la novia y el novio aún no se dan por vencidos: “Lucharemos hasta el mismo día 28”. El que avisa no es traidor.