Estoico con su camiseta rojiblanca en mitad de un mar de aficionados txuri urdin y sonriente, muy sonriente, a pesar de que su equipo, el Athletic de Bilbao, había perdido el derbi ante la Real Sociedad. Así hemos conocido casi todos a Jon Azanza, un ingeniero de 26 años de Deusto (Bilbao) al que de la noche a la mañana las redes sociales han hecho viral. "Todavía no me lo creo", reconoce a NIUS.
Su teléfono no ha dejado de sonar desde que el pasado sábado en Anoeta una cámara le captara aguantando la celebración en medio de la hinchada donostiarra que festejaba los tres tantos de su equipo de espaldas y saltando.
Primero fueron sus amigos: “Tras el segundo gol ya me habían enfocado, pero en el tercero empezaron a llegarme mensajes al Whatsapp, a Instagram… una locura”. Y después los periodistas que queremos hablar en primera persona con “el héroe de Gotham” como algunos le han calificado.
El 'batman' rojiblanco se muestra “incrédulo” y admite que “un poco estresado” ante tanta atención, pero también reconoce que se está divirtiendo porque “la gente es muy ocurrente” en sus comentarios y porque “hasta Dani Martínez lo ha compartido”. El propio club publicó un post con la imagen de Jon acompañada del texto: “Orgullosos de lo que somos. En los días buenos y en los malos. Siempre. Beti. Athletic Club”.
Jon Azanza nunca, antes de este pasado sábado, había estado en Anoeta viendo un derbi, pero “por casualidad un amigo que es socio de la Real me cedió su carnet porque no podía asistir” y Jon no se lo pensó y acudió al partido junto a una amiga también de la Real. Eso sí, nada de pasar desapercibido en la grada rival, algo impensable en otros enfrentamientos deportivos, él se plantó su camiseta rojiblanca y tiró millas. “Eso es lo que nos hace distintos”, se felicita asegurando que se sintió muy a gusto en medio de la hinchada rival y que “el ambiente fue muy bueno”. Tanto que “repetiría sin dudarlo” aunque claro, “preferiría que ganara el Athletic”, matiza.
Difícilmente este bilbaíno podrá olvidar su primera vez en Anoeta, pero en caso de que ocurriera “ahí estará Internet para recordármelo”, bromea.