Las monjas Peregrinas se ponen detrás del mostrador del bar de Estíbaliz para sufragar los gastos del Santuario

Las hermanas Peregrinas llegaron al Santuario de Estibaliz el pasado mes de mayo con la importante misión de revitalizarlo.

Los monjes benedictinos tuvieron que dejar esta labor, desempeñada durante más de un siglo, por falta de vocaciones y la avanzada edad de los tres que aún vivían en el monasterio.

 Las 15 monjas ahora no sólo serán las custodias del emblemático lugar. A partir de  mediados septiembre también se harán cargo del bar que atiende a los peregrinos y fieles que lo visitan.

Las religiosas “tienen como misión reforzar este lugar como epicentro y corazón de la Diócesis. Aquí está la patrona de Álava y este lugar es referencia para miles de alaveses. Por ello, todo lo que gira en torno a este Santuario ha de estar a su servicio”, afirman desde la Diócesis de Vitoria.

"Enormes gastos de renovación"

Araballe Sustraiak, actuales encargados del local, han decidido dejarlo y las monjas están listas para llevar su gestión.

Así, las hermanas se podrán tras la barra del Bar Pater para ofrecer desayunos, almuerzos, meriendas  y cenas a los visitantes.  Incluso no descartan atender “a grupos”, los siete días de la semana. Los nuevos horarios, prometen, “se darán a conocer en breve”.

La Diócesis de Vitoria dice estar “muy agradecida a quienes han gestionado durante los últimos años” este local de su propiedad

Ahora, esperan que la iniciativa sea  una manera más de ayudar a sufragar “todos los enormes gastos que está generando la renovación del monasterio y el arreglo de los muchos desperfectos que arrastraba este complejo religioso”.