Ibai Poveda Aguirre tiene 24 años. Ha pasado su primera noche en el centro penitenciario de Martutene, acusado de matar a Lukas Agirre la madrugada del 25 de diciembre. El joven recibió dos cuchilladas, una en el cuello y otra en el pecho. Según han relatado los testigos, todo comenzó a las puertas de una discoteca, tras un enfrentamiento entre dos grupos de jóvenes que ya habían tenido altercados previamente. La causa de la disputa fue un cigarro.
El agresor fue detenido por la Ertzaintza. Llevaba una pulsera telemática para controlar sus movimientos ya que tiene una orden de alejamiento en vigor hacia su expareja, antecedentes por violencia de género y por quebrantamiento de condena. El juez decretó su ingreso provisional en prisión el pasado 28 de diciembre.
Siguiendo el protocolo Covid permanece en una celda acristalada desde donde es vigilado por un interno hasta que termine la cuarentena. No le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios aunque tiene una orden de acompañamiento.
Tres jóvenes fueron detenidos por la Ertzaina por su presunta implicación en este homicidio. Tras declarar ante la jueza dos de ellos quedaron en libertad provisional con medidas cautelares, un hombre de 26 años y una mujer de 28.
Ibai negó ante la magistrada haber apuñalado al joven de Hernani, asegurando que no recordaba nada ya que había consumido una gran cantidad de alcohol y cocaína. Pero las cámaras de seguridad grabaron la secuencia.
En las imágenes se ve cómo un amigo de Lukas comienza a recriminar a los agresores su actitud. Es entonces cuando el presunto asesino empieza a amenazarles con frases como: "No sabéis dónde os metéis" o "buscáis problemas".
Ante los investigadores de la Ertzaintza, Ibai manifestó que había cogido del suelo una navaja que se le había caído a su amigo para intentar defenderse y aseguraba que su intención no era hacerle daño. Sin embargo, se puede ver cómo su amigo se mete la mano dentro de la chaqueta y le entrega un arma blanca. Tras apuñalar a Lukas se dieron a la fuga.
Zuriñe -la madre del fallecido- sus dos hermanos, su cuadrilla y cientos de vecinos de su localidad natal salieron a la calle este jueves para despedirse de él: "Tengo el corazón roto, pero también mucho que agradecer a las muchas personas que se han preocupado por nosotros y por los mensajes que hemos recibido estos días", señaló la mujer.