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La época en la que la televisión aún no había hecho aparición, cuando la familia se agrupaba en torno a la radio para escuchar shows y música en directo, fue el momento de gloría de Los Xey. No había teatro, cabaret o emisora que no solicitara actuaciones de este grupo vocal donostiarra. Su éxito fue tal, que no es una exageración afirmar que fueron durante sus dos décadas de carrera musical una de las máximas estrellas del momento a nivel internacional.
Desconocidos para las nuevas generaciones, seguro que también éstas han tarareado alguna vez las canciones que les hicieron famosos en las décadas 40 y 50 del pasado siglo: "Buen Menú", "Me lo dijo Adela" , "Tengo una vaca lechera" y un largo etc. "Su secreto fue tener unas voces excelentes, con grandes armonías. Tenían una gran cultura y preparación musical. Eran esponjas que absorbían todo lo que que escuchaban, desde el folclore español hasta lo más internacional. Su puesta en escena era muy novedosa para la época. Se disfrazaban, introducían partes habladas y hacían uso del humor blanco, tan necesario y nada incómodo en la posguerra", asegura el director de cine Eneko Olasagasti.
Olasagasti, junto a David Berraondo, dirige y escribe el documental "Los Xey. Una historia de película'. El título del film no puede estar mejor elegido. Los 20 años de recorrido músico-vital de los los Xey da para mucho metraje.
Desde su fundación en 1941 por un grupo de miembros del Coro Easo de San Sebastián y hasta que se disolvieron en 1961, Los Xey variaron de componentes. Los primeros años estuvo formado por Txomin Arrasate (tenor 2º), Txiki Lahuerta (barítono), Víctor Gracia (bajo) y Xabier Olaskoaga (tenor 1º) como cuarteto vocal junto Guillermo Lazkano (pianista) y Pepito Yanci (acordeonista). Lazkano lo dejó al año. En 1954 Arrasate fue reemplazado por Xipri Larrañaga y Xavier Olascoaga lo fue por su hermano Sabin.
El grupo adquirió gran popularidad en el País Vasco y actuó en casi toda España desde sus comienzos. En 1943 ya daban conciertos en Francia o Alemania. En noviembre de ese mismo año, se unieron a la compañía de Celia Gámez, más tarde a la Scala de Berlín y 3 años después un empresario les contrató para actuar en Buenos Aires 6 meses.
"Hicieron las Américas. Se fueron para el medio año y, debido al éxito que cosecharon, se quedaron 8. Triunfaron en Argentina, Broadway (Nueva York, Estados Unidos), Uruguay, Cuba... Incluso inauguraron la televisión de México. Y no tocaban en cualquier local, sólo en los mejores teatros de esos países. Han cantado para presidentes y compartieron cartel con Edith Piaf o Josephine Baker, entre otros. Se codeaban con lo mejor de entonces", cuenta Olasagasti.
El director de "Los Xey. Una historia de película" reconoce que para sacar a flote el proyecto han tenido que hacer un trabajo de "documentación inmensa", siguiendo sus pasos por todo el mundo, pero "había que darles a conocer. En cuanto me hablaron de ellos, me dije: ¡Aquí hay un documental!", afirma.
Fue de gran ayuda para sacar adelante el proyecto "Las Memorias de Los Xey", escrito por Xabin Olaskoaga y Xipri Larrañaga, la amplia información encontrada en el baúl de recuerdos del acordeonista Pepito Yanci, guardado en la casa familiar de Lesaka, y la encontrada en la maleta mexicana de la familia de Txomin Arrasate.
Los Xey grabaron varios discos, intervinieron en películas y pusieron voz a anuncios comerciales como las estrellas que eran. Ahora, este documental intenta recuperar su memoria en el siglo XXI de la mano de sus familiares, de expertos musicales y de sus homólogos de nuestros días, los Golden Apple Quartet, que dedican su actual espectáculo para homenajearles. "Los Xey: una historia de película", producida por Sincro (San Sebastián), Huapanguero Volador Films (México) y 80 Mundos (Argentina), se estrena el 22 de octubre en la Seminci de Valladolid y tras su paso por el Teatro Victoria Eugenia de Donostia, el 25, iniciará su carrera en salas comerciales.