La investigación continuaba abierta y, tres meses después, ésta concluye que el menor, que fue encontrado muerto en la cama por un familiar el pasado 1 de julio en Santurtzi, falleció por ingesta de drogas y no por una agresión, tal y como se sospechaba en un principio.
Tenía 15 años y había salido con sus amigos a las fiestas del barrio de Kabiezes de la localidad vizcaína y regresó de madrugada a dormir a casa de unos tíos con los que estaba pasando estos días. Al no levantarse el día siguiente, fueron éstos los que descubrieron que había fallecido mientras dormía.
En un primer momento, según el Departamento de Seguridad, la autopsia practicada al menor confirmaba que las lesiones que presentaba fueron las causantes de su fallecimiento.
Comenzó entonces una larga investigación para averiguar qué le pudo suceder o qué desencadenó el fatal desenlace.
La policía inició la reconstrucción de las últimas horas que pasó con vida para saber si durante las horas de fiesta o de camino a casa sufrió algún tipo de altercado o agresión cuyas heridas resultaron mortales al no ser atendidas a tiempo.
Tras tomar declaración a las últimas personas que le vieron con vida y, sin producirse detenciones relacionadas con la muerte que conmocionó a la villa marinera, se ha concluido que la muerte fue tóxica.