El turismo no es solo ir a un complejo hotelero, cada vez consigue reinventarse más y ofrecer experiencias únicas e inolvidables para hacer de las vacaciones un momento más que especial. Uno de esos hoteles singulares y llenos de encanto es Kruger Shalati, que se encuentra en un entorno privilegiado, en el Parque Nacional de Kruger, la reserva de animales más importante del sur de África. Si esto fuese poco para sorprender, el hotel se encuentra dentro de un tren que está sobre un puente instalado encima del río Sabie. Increíble, ¿no?

Este hotel de lujo pretende ser una combinación entre la naturaleza que un continente como África puede ofrecer, junto a la elegancia y sofisticación del tren completamente renovado. De esta manera, el hotel también quiere rendir homenaje a quienes hace unos 100 años exploraron el parque por primera vez a principios de la década de 1920. Durante esa época, el tren estacionaba justo en ese puente para pasar la noche. Todo sea dicho, era pura estrategia, ya que al quedar en mitad del puente, se evitaba que cualquier animal salvaje rondase el tren y también que ningún viajero se bajase y explorase por su propia cuenta el entorno.

Dado que el puente tiene más de 100 años, antes de la construcción de este hotel se ha reparado y reforzado la estructura del puente para que soporte de forma segura este resort tan especial. En total se ofrecerán 31 habitaciones, donde más allá de descanso, se espera conseguir una experiencia indescriptible a la vuelta de las vacaciones gracias a sus impresionantes vistas hacia el exterior desde sus grandes ventanales o las terrazas del hotel.

El estilo del tren ha sido pensado para cuadrar a la perfección con el entorno y la cultura, optando por una decoración africana y contando con arte local para su diseño. Uno de sus enclaves más espectaculares es la terraza con piscina, a la altura del tren, desde la que se podrá observar parte de la fauna que rodea el hotel a orillas del río que hay abajo: cocodrilos, elefantes o hipopótamos. Desde luego un chapuzón para recordar mientras la fauna autóctona se refresca en el río.

El alojamiento, por el momento, no está precisamente pensado para los más pequeños, sino más bien para el disfrute de los mayores. Por eso mismo, inicialmente el alojamiento es solo para mayores de 12 años, aunque se espera que en unos años se adapten unas habitaciones familiares para ampliar su oferta aún más. En cada vagón hay dos habitación dobles diseñadas para tener todas las comodidades en un lugar tan único como es la sabana africana.

En la zona donde se encuentra la piscina hay ubicada una terraza donde los huéspedes pueden contemplar la belleza de todo lo que les rodea, además de otros vagones que han sido transformados en bares y restaurantes a los que se puede acceder fácilmente. Por el exterior de los vagones hay una plataforma por la que los huéspedes pueden moverse libremente para acceder a las zonas comunes.

Al estar sobre el puente, este hotel no interfiere en la vida diaria de la fauna. Además de contemplar todo el paisaje desde ahí, el hotel también organiza salidas al exterior para adentrarse en el Parque Nacional de Kruger y así ver desde otra perspectiva el enclave tan privilegiado sobre el que están viviendo, con especies animales y parte de flora protegidas.

A pesar de que se esperaba que abriese próximamente, su apertura se ha pospuesto, aunque se estima que en diciembre de 2020 sus vagones recibirán los primeros visitantes que dormirán en un tren estacionado sobre un puente. Una experiencia única que abre la puerta a visitar un lugar tan espectacular como el Parque Nacional de Kruger, una de las reservas animales más importantes de todo África. Con respeto sobre el entorno, la fauna y la flora, en Kruger Shalati esperan unas vacaciones totalmente inolvidables.