La escritora Patricia Escalona (44), autora de 'Juegos reunidos feministas' (Temas de Hoy) escribe para Uppers sobre cómo entiende la liberación sexual en la madurez. La autora confiesa que, con el paso del tiempo, las ganas de sexo a todas horas no sólo no disminuyen sino que a veces aumentan. Por eso propone dar rienda suelta a la imaginación y seguir avanzando, investigando y jugando con todo lo nuevo. Siempre provocadora y terriblemente divertida, Escalona nos propone mirar a los ojos a todos nuestros tabúes.

Cuando una piensa en el sexo—las relaciones sexuales que presumiblemente mantenían, quiero decir— de nuestros padres hay que resistir muy fuerte el impulso de meterse los dedos en los oídos y ponerse a cantar La Macarena a voz en grito, intentando acallar esa idea que se ha instalado en tu cerebro y que ya no puedes despensar.

Hay que joderse, literal y metafóricamente. Hemos llegado a la edad de nuestros padres. Hemos pasado de los 40, o 50, o 60, y ahora resulta que: a) ni te has dado cuenta y sigues queriendo sexo a todas horas, pero ya no te sientes lo suficientemente atractiva/o; b) la rutina te ha arrasado cual tsunami y ya has dado por acabados tus días de folleteo despreocupado. La opción c) —que es que a ti plin, que todo sigue igual y no te afecta la edad— me fastidia la premisa de esto que estoy escribiendo, así que haz el favor de dejar leer y santas pascuas.

Puede ser que estés en la pre o post o en medio de la menopausia. No hay que desalentarse. Tú piensa que siempre hay alguien que te va a considerar atractiva/o, si tú estás con ganas y que no hay estrías ni sequedades vaginales que valgan. Te haces con un buen lubricante en la farmacia y lo llevas siempre en el bolso. Y un condón también, que la imposibilidad de quedarse embarazada no quita para que las enfermedades sexuales sean igual de transmisibles a cualquier edad. Si no tienes pareja estable a la que quieras serle absolutamente fiel (tenemos que hablar de eso, aviso) corres el mismo riesgo con 20 que con 40.

Una de las mejores cosas de haber llegado al sistema operativo 5.0 plus es que todo te la suda bastante, así que puede que sea el momento de dar rienda suelta a la imaginación. A lo mejor se trata de masturbarse a lo loco durante unas semanas para conocer tu cuerpo mejor, para ver qué es lo que te pone y explorar posibilidades que hasta hace poco te habían negado.

Hace nada, hablando sobre unos ejercicios que había en un libro en los que se enseñaba a comer el coño (sí, señores, no hay otra forma de decirlo), una mujer de mediana edad, me dijo "Ay, por favor, qué asco" a lo que yo respondí: "Si dices eso, es que no te han comido el coño bien en tu vida." Y ese es el tema. Cuántas cosas no nos habremos negado porque no nos han hablado de ellas y pensamos que son tabú. Si vives en un entorno abierto y liberal, en que el sexo es vida y hablar de él parte de una conversación normal, esto que cuento te parecerá un invento de proporciones cósmicas, pero no lo es.

Igual nunca has probado el sexo con alguien de tu mismo género y el verano es el momento para ello. La estación se presta, claramente. Que si su jornada intensiva, su piscinita, su cerveza a la caída del sol, su más verse con los colegas...Te cuento un secreto, además: cuando alguien de tu mismo género te mira por la calle, existe la posibilidad, bastante probable, de que no es que esté pensando «esa dónde va con esos pelos» sino de que la suya sea una mirada de atracción. Atracción sexual, se entiende.

¿Te estalla la cabeza? Bien. Piensa en que el sexo anal también es una opción (si eres tía y hetero, esto puede resultar hasta escandaloso). Sigamos. Los juguetes. Succionadores, vibradores, huevos tenga, masajeadores... un festival, vamos. De nuevo, se trata de experimentar, de pasar un buen rato solo/a o acompañado/ a y de dejar que una tarde decadente de verano se convierta en una de las mejores de tu vida. Que pasará a ser la segunda mejor de tu vida si sigues jugando, y así sucesivamente.

Los hombres no os paséis con la bebida. O sí, pero entonces no les vayáis a vuestros/as amantes con que no podéis hacer nada porque no se os levanta. Para eso tenemos deditos y lenguas. Y cuidado con las pastillas azules, que las carga el diablo. Siempre hay que consultar si pueden ser perjudiciales para la salud y eso solo te lo puede indicar un/a profesional médica.

Aprovechemos que todos estamos más relajados, más abiertos y más calurosos y desempolvemos, nunca mejor dicho, nuestros cuerpos de cara a un verano de calores tropicales.