5 ejercicios de fuerza para prevenir la pérdida muscular después de los 50

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A medida que se cumplen años, mantener una rutina de actividad física se vuelve fundamental para mantener la calidad de vida, prevenir enfermedades y seguir cumpliendo años. Un estudio de la Universidad de Stanford concluyó que después de los 50 años, el ejercicio debe enfocarse en tres pilares fundamentales: fuerza, resistencia y equilibrio. Estos aspectos son cruciales para reducir el riesgo de caídas, mejorar la movilidad y contrarrestar la pérdida natural de masa muscular (sarcopenia) y ósea (osteopenia), comunes en esta etapa de la vida.

La sarcopenia, pérdida de masa muscular relacionada con la edad, es una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético, caracterizada por una disminución de la masa, fuerza y función muscular asociada al proceso de envejecimiento que impacta negativamente la funcionalidad y la salud del adulto mayor. Los expertos de la Fundación Española de Reumatología aseguran que “las personas que padecen sarcopenia suelen presentar sensación de debilidad, siendo habitual la dificultad para levantarse de una silla o una velocidad lenta para caminar, junto con caídas de repetición. También es frecuente que describan una pérdida de peso reciente sin causa justificada o la pérdida de masa muscular”. 

Para hacer frente a la sarcopenia es fundamental el ejercicio físico y una dieta sana, con una adecuada ingesta de calorías y proteínas. Para ello, en algunos casos, debe considerarse la suplementación con proteínas de la misma.  “En cuanto al ejercicio físico, en pacientes con sarcopenia, la prescripción de ejercicios de resistencia se ha demostrado efectiva para mejorar la masa muscular, la fuerza y la función física. Se refiere a la actividad física que produzca contracción del músculo esquelético mediante el uso de resistencia externa como pesas, bandas de terapia elástica y el peso corporal en sí”, aseguran desde la entidad. 

5 ejercicios para fortalecer la musculatura

La incorporación de ejercicio de resistencia en la rutina de personas mayores debe ser progresiva y adaptada a las capacidades de cada individuo.  A partir de los 50 años, los ejercicios de fuerza deben enfocarse en movimientos que involucren grandes grupos musculares, como sentadillas, flexiones, press de banca o remo, porque, como involucran varios músculos al mismo tiempo, producen una mayor estimulación.

Es importante realizar entrenamientos con una carga progresiva, aumentando gradualmente el peso a medida que se mejora la fuerza. Las repeticiones deben situarse entre 8 y 12 por serie, con un peso que permita completar la última repetición con esfuerzo, sin llegar al fallo muscular. Lo mejor es hacer este tipo de entrenamiento dos y tres veces semanales para que haya tiempo de recuperación muscular. 

  • Sentadilla: Es uno de los mejores ejercicios a partir de los 50, además se puede incorporar peso o bandas elásticas para lograr mejores resultados. Este ejercicio trabaja principalmente las piernas, cuádriceps, glúteos e isquiotibiales. El core también trabaja pues es fundamental para mantener la estabilidad durante todo el ejercicio. 
  • Flexiones o press de banca: Con este ejercicio se trabaja la zona del pectoral mayor, los tríceps y los deltoides, además de involucrar los músculos estabilizadores del core. Dependiendo de la modalidad también se trabajan los músculos de la espalda, como el dorsal ancho, los romboides y los músculos de la parte media de la espalda, además de trabajar los bíceps. Fáciles de hacer y a los que también se pueden añadir bandas elásticas cuando sea el momento de aumentar la intensidad del ejercicio. 
  • Zancadas: También conocidos como lunges, se pueden realizar con peso corporal o con pesas, y son perfetos para fortalecer los músculos de las piernas y los glúteos, al ayudando también a mejorar el equilibrio y la coordinación al involucrar la musculatura del core para mantener la postura. La pierna adelantada debe quedar doblada a 90 grados, mientras que la rodilla de la pierna atrasada debe quedar cerca del suelo. 
  • Puentes de cadera: Son ejercicios compuestos por varios movimientos a los que también se puede añadir peso o bandas elásticas. Su objetivo es fortalecer los glúteos, aunque también se trabajan los isquiotibiales y la zona lumbar. Desde una posición tumbada, con las piernas flexionadas, se elevan las caderas hasta alinear el torso con las rodillas, activando los glúteos y el core.
  • Press de hombros: El press de hombros de pie, con bandas elásticas o mancuernas, trabaja los deltoides y los tríceps, y por supuesto el core que ayuda a estabilizar el torso durante el movimiento.