Cómo quitar el mal olor de las alfombras: 5 trucos infalibles

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Una casa limpia es el objetivo de cualquiera, pero, hasta que se invente un sistema milagroso que consiga que se haga solo, requiere un poco de esfuerzo por nuestra parte, así como conocer los trucos adecuados para cada zona. No es igual limpiar el baño que el interior de un armario, así como no se limpia igual una pared que los textiles del sofá, cada zona tiene sus trucos y consejos. 

Por mucho que logremos que la casa se vea en orden y todo a nuestro alrededor esté limpio, hay un factor que no siempre tenemos en cuenta y que puede ser decisivo para crear malas impresiones, el olfato. Si las cosas no huelen bien, por muy limpias que estén, siempre darán sensación de sucias, por eso es tan importante conseguir que las alfombras huelan bien, porque son parte esencial de la casa y suelen cubrir una gran superficie de suelo. Una casa limpia, debería verse y olerse bien. 

Cómo quitar el mal olor de las alfombras

Pueden ser varios los motivos por los que una alfombra no huela bien, por ejemplo, puede deberse a la humedad, por no haberse secado adecuadamente después de lavarla. Otra de las causas puede ser una mala limpieza después de haber derramado algo, aunque también puede deberse a que necesite una limpieza en profundidad. 

  1. El mejor truco para evitar que nuestra alfombra huela mal es limpiarla de manera regular, aspirando regularmente para evitar polvo y ácaros, pero también cualquier otro tipo de partículas. Es importante hacerlo con una aspiradora específica para alfombras, sobre todo si son de pelo largo. 
  2. Si el mal olor se debe a una mancha concreta, algo derramado o producido por nuestras mascotas, es clave eliminar el foco del olor, empleando un limpiador enzimático, porque eliminará los restos de sustancias orgánicas, como la sangre, el sudor o la orina. 
  3. Una opción que siempre funciona en la limpieza es el vinagre blanco y en este caso no es diferente, porque puede ser una estupenda manera de conseguir que la alfombra huela a limpio. Mezclando el vinagre con agua, aplicando la mezcla con un pulverizador sobre las zonas más conflictivas y retirando después con un paño de microfibra, podemos obtener muy buenos resultados. 
  4. El bicarbonato es otra de esas opciones que siempre es bueno tener a mano, en este caso será importante aspirar la alfombra a fondo y después espolvorearla con bicarbonato, dejando que actúe durante unas horas. Después solo habrá que aspirar de nuevo para eliminarlo, un truco extra si además de quitar el olor queremos dejar uno nuevo, es mezclar el bicarbonato con unas gotas de aceite esencial. 
  5. Hay ocasiones en las que lo único que podemos hacer es optar por la opción más evidente y llevar la alfombra a un profesional que la pueda limpiar en profundidad para que vuelva a tener su brillo original. Es importante un mantenimiento constante, pero hay ocasiones en las que no es suficiente, es necesario que un profesional elimine por completo el mal olor.