Son muchos los detalles de las películas que los seguidores de las mismas quieren emular. En el caso de James Bond está claro que no es su licencia para matar, sino el estilo del agente secreto lo que más ha calado entre sus fans, que no dudan en sentirse igual de poderosos que él cada vez que llevan un esmoquin o cada vez que pueden llevar el mismo reloj que él en algunas de sus películas. 

Porque el rostro del espía va cambiando con el paso de los años, conforme cambia también el intérprete que le da vida, pero desde hace unos años, el espía británico permanece fiel a la misma firma de relojes, Omega, que quiso contar con Daniel Craig, el último de los actores que ha interpretado al personaje hasta que se desvele quien será su relevo, para presentar las últimas versiones del mítico reloj.  

Mientras que para la mayor parte de las personas un reloj es un complemento, para Bond es parte de sus herramientas de trabajo. De hecho, en las novelas que inspiran la saga de películas, en algunas ocasiones era empleado como arma, por ejemplo, al ser usado para golpear a un enemigo al ponerlo sobre los nudillos de 007, el propio autor Ian Fleming recalcaba detalles sobre los relojes de Bond, incluso en cartas a lectores donde justifica el uso de un reloj porque permite ver la hora en la oscuridad o el rechazo de otro, porque haría que su mano fuera demasiado pesada en combate. 

Esos no son los problemas con los que se puede encontrar el ciudadano de a pie (salvo en el caso de tener que ver la hora en la oscuridad), pero la importancia de los relojes del personaje y lo mucho que dicen de él ha hecho que no sean pocas las personas que quieran lucir en su muñeca el Omega Seamaster Diver 300M, que con el tiempo ha pasado a ser conocido como ‘el reloj de James Bond’.

Durante los Juegos Olímpicos de París se podía ver a Daniel Craig lucirlo en su muñeca, presumiendo de las nuevas versiones de este diseño, inspiradas más en la que lució el personaje en la película Sin tiempo para morir. Este modelo cuenta con todas las prestaciones que esta firma le otorga a sus relojes, el cuidado en el diseño y la precisión y resistencia habitual. 

Son cuatro opciones que, tal y como recogen en GQ, se distinguen por sus brazaletes, que pueden ser de caucho o de malla, pero también por sus esferas y biseles. Hay un modelo con bisel en aluminio negro y esfera a juego con ondas grabadas a láser, tal y como explican en el citado medio. La otra opción tiene un bisel en titanio de grado 5 y una esfera de acero noble cepillada tratada con PVD. Ambas opciones se pueden encontrar o con un brazalete o con el otro, completando así los cuatro modelos a los que hacíamos mención.