Cada vez salen más a la luz diversas tendencias en la pareja que, aunque muchos ya hayan vivido en privado parecen extraordinarias cuando se les adjudica un nombre o se habla de ellas sin tanto tapujo. Esto sucede con el toliamor que además de distinguirse en una consonante respecto al poliamor, tiene ciertas particularidades que nos explican los expertos. Llegar a acuerdos en pareja puede resultar beneficioso para que el vínculo resista, pero, ¿qué sucede si en la pareja se callan algunas opiniones o sentimientos?
El toliamor es una combinación de las palabras 'tolerar' y 'amor'. Fue Dan Savage, periodista y podcaster estadounidense, quien imprimió el término y explicó que tenía que ver con “hacer la vista gorda” ante una aventura de la pareja. Esto viene a referir un consentimiento por la otra parte. Al igual que hay variedad de parejas, también existen varios tipos de infidelidades porque cada quién puede decidir cómo hacerlo, qué hacer y hasta dónde llegar, algo que a la hora de contarlo puede llevar a diferentes interpretaciones por las dos partes.
Durante las pasadas fiestas, un estudio de Ashley Madison, plataforma de citas en línea, titulado 'Infidelidad en Navidad: ¿por qué las fiestas se convierten en el escenario perfecto para romper las reglas?', muestra que un 40% llevó a cabo el affaire deseado. Llama la atención que un 93% aseguró no arrepentirse.
Hace pocos días la misma plataforma daba a conocer las cifras de su trabajo sobre aventuras extramatrimoniales, esto es, el ranking de infidelidad invernal sobre las 20 ciudades españolas. Los ojos se ponían sobre tres ciudades gallegas: A Coruña que ascendía notablemente 9 puestos hasta el escalón 11, y Lugo y Vigo, nuevas entradas, en el puesto 3 y 18 respectivamente.
Sobre modos de hallar de un modo fácil parejas sexuales, de una investigación realizada a más de 5.000 personas de nuestro país por parte de la tienda online de productos eróticos Diversual, el 54,98% de los encuestados señala las aplicaciones para ligar.
Tener chats íntimos con personas fuera de su relación amorosa es algo que ha confirmado un 79% de los consultados para un trabajo de Gleeden, web de encuentros extraconyugales, lo que lleva a preguntar si su relación principal se vio afectada. Sin embargo, un 94% de los encuestados no lo dudó y refirió haber borrado las llamadas, los mensajes o el historial de navegación, y un 57% señaló haber ocultado el dispositivo.
Pepe (49 años) y Aroa (48 años) se conocen desde los 16. Eran vecinos en una pequeña aldea viguesa y sus madres íntimas amigas. Aroa confiesa que su relación estaría muerta de no haber hecho un trabajo profundo y personal para cambiar ciertos comportamientos.
“Desde adolescentes cada uno conocimos las parejas del otro hasta que un día comenzamos a sentir algo más íntimo, y analizamos por qué nuestras relaciones no iban bien. Tras unos años juntos comprendimos que íbamos por el mismo camino y terminaríamos rompiendo”, comenta ella.
Ella expresa que los dos eran bastante inseguros y en ocasiones, en el pasado, habían potenciado actitudes acaparadoras con sus parejas por miedo a quedarse solos. “Los dos teníamos temor a fallar, a no ser suficiente en nuestras relaciones e infundíamos malestar en los otros hasta que la situación era insostenible. Entre nosotros llegamos a un punto de controlarnos constantemente. Yo hacía con él lo que no quería que me hiciese a mí", revela.
Añade que detesta clasificar, pero sabe que su relación ahora mismo es más sana. Han ido a terapia y han estado un tiempo separados aplicándose en aquello que les impedía avanzar juntos y bien. “Somos pareja, pero lo que ya no vamos a hacer es mandar en los sentimientos del otro y cuando quieres de una forma pura, no es tan difícil. Creo que también ayuda el ‘ojos que no ven corazón que no siente", opina.
María Ramos Escamilla, psicóloga, sexóloga, terapeuta sexual y relacional y directora de Destino Kink, indica que el toliamor resulta una forma de etiquetar. Para la profesional, llamar 'amor' al toliamor resultaría excesivo: “En esta dinámica suele haber poco espacio para los cuidados y la responsabilidad afectiva, elementos fundamentales en cualquier vínculo sólido".
Ramos recalca que para ella esta tendencia trata de “esconder las dificultades bajo la alfombra y aparentar cara afuera” por lo que haría un bien a corto plazo. “Evitar hablar de lo que realmente sucede, no ser honestos o cómplices, lleva a que los problemas las inseguridades y los resentimientos se acumulen, convirtiéndose en una bomba que puede explotar en cualquier momento”, señala. También incide en que algunas parejas logran sostenerse priorizando: el cuidado de los hijos, los proyectos compartidos o el afecto diario.
Para esta terapeuta sexual, considerando que el toliamor tiene una base de silencio y resignación, puede hacer que muchas necesidades en la pareja no se tengan en cuenta y la relación se vaya deteriorando.
“Una etiqueta no resuelve algo”, sostiene Valentina Torres Zorrilla, sexóloga, quien considera que en pareja hay que construir entornos en los que todos sus integrantes se sientan cómodos. Apunta que no todas las parejas tienen la necesidad de verbalizar todo. “Desde un enfoque sexológico, es crucial reconocer que cada pareja tiene funcionamientos únicos de construir su convivencia y cada una debe encontrar las estrategias que le permitan convivir de un modo satisfactorio”, dice.
Especifica que los acuerdos, bien sean explícitos o implícitos, pueden requerir revisiones a lo largo del tiempo. Para la experta, es importante: “Repasar cuando las expectativas son demasiado rígidas, validar las diferencias, trabajar activamente en el cuidado, creando un ambiente donde los integrantes puedan explorar, equivocarse y crecer juntos”.
Para Torres, la capacidad para aceptar relaciones externas dentro del marco del toliamor no depende del género sino de las particularidades de cada persona y de la estructura de la relación. “Los hombres han tenido históricamente mayor permisividad social para explorar relaciones extraconyugales, mientras que a las mujeres se las ha asociado más con expectativas de fidelidad y roles de cuidado dentro de la pareja. Sin embargo, esto está cambiando”, subraya.
Recuerda que tanto hombres como mujeres pueden enfrentarse a sentimientos de inseguridad o vulnerabilidad frente a la idea de compartir a su pareja. “El objetivo en la pareja es establecer límites claros, negociar deseos y fomentar la confianza y que las decisiones reflejen las necesidades y valores de todos los involucrados, construyendo una relación que sea coherente con lo que desean vivir”, expone.