Comidas navideñas y calidad de piel: así afectan a los cutis maduros
Con la edad, la capacidad de recuperación de la piel frente a las agresiones va debilitándose
El cambio de hábitos y una mayor ingesta de alcohol y azúcar propios de la Navidad perjudican la calidad de la piel
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La primera parte de la Navidad ya ha pasado y es posible que comiences a ver el efecto de los excesos en tu piel. Con los años, la capacidad de recuperación de la epidermis frente a las agresiones externas o los malos hábitos es mucho más débil. Por eso, no es raro que estos días veas que 'algo' ha cambiado en tu rostro.
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La factura de las comidas copiosas y constantes se deja ver en una piel apagada, bolsas, ojeras y arrugas. "Si comiésemos sano y a una hora normal, las comidas y cenas navideñas no nos afectarían. Pero teniendo en cuenta que en estas fechas solemos pasarnos de hora y de alimentos, consumiendo grasas no saludables, carbohidratos y pocos antioxidantes, esto repercute directamente en nuestra piel”, asegura la farmacéutica y experta en cuidado capilar Helena Rodero, quien añade una variable más: "También hay que tener en cuenta que en esas comidas y cenas de Navidad solemos tomar alcohol, que es un tóxico que hace que descansemos mal y, por lo tanto, nos despertamos peor", señala la experta.
Los cuatro efectos de la mala alimentación
Aunque los reencuentros con los seres queridos suponen una dosis extra de bienestar, salirse de la rutina habitual en lo que comemos y en el tiempo de descanso conlleva una serie de efectos negativos, más pronunciados a partir de los 50. Entre ellos, los más importantes:
- Aparición de arrugas provocadas por la deshidratación. Las calefacciones suelen resecar la piel, pero el principal agente de deshidratación es el alcohol.
- Piel apagada, sin luminosidad. Deshacerse de las toxinas hace que toda la epidermis trabaje el doble y tenga ese aspecto cansado.
- Retención de líquidos en forma de bolsas en los ojos.
- Ojeras oscuras, producto del trabajo de detoxificación del organismo y del mal descanso.
Remedios efectivos
La mejor recomendación para revertir estos daños es recuperar hábitos de nutrición y descanso adecuados. “Para remediar los efectos negativos de las fiestas, lo principal es intentar comer de forma más moderada e incorporar en todas las comidas y cenas un plato de verduras, ya sean cocinadas o crudas. También recomiendo evitar el uso del café lo máximo posible. La cafeína por vía oral empeora la retención de líquidos. Y también hay que intentar evitar trasnochar”, señala.
Además, la farmacéutica recomienda aplicar en nuestra piel un sérum antioxidante con vitamina C. "También recomiendo aplicar un contorno de ojos con cafeína para tratar bolsas y ojeras, y no podemos olvidarnos nunca, de la doble limpieza nocturna. En Navidad es más que necesaria: solemos maquillarnos más y es la única manera de eliminar de forma eficaz y rápida el maquillaje".
La experta comparte, además, como recomendaciones fundamentales los siguientes tips:
- Masticar bien. "La masticación hace que se produzca el efecto saciante". Esto quiere decir que se come menos de manera consciente y, además, mejoramos la digestión, ya que la saliva ayuda a descomponer nutrientes que, en caso contrario, provocarían inflamación y gases.
- Incluir un plato de verduras en cada comida. Las verduras también sacian.
- Drenar. "Es recomendable desayunar infusiones drenantes, como, por ejemplo, cola de caballo".
- Desayunar bien. Los expertos en nutrición aconsejan no saltarse comida: "Aunque nos hayamos pasado algo en la cena, siempre es recomendable hacer un desayuno completo para tener energía y nutrientes desde por la mañana".