Con la adolescencia, nuestros hijos encuentran en su grupo de amigos una vía de escape para divertirse sin la presión de los estudios pero también entablan relaciones que les ayudan en su desarrollo social y emocional.
El vínculo que se va fortaleciendo entre ellos puede dar lugar a amistades sanas y maravillosas que duran toda la vida. Sin embargo, no siempre es todo “tan bonito” y muchos chicos se encuentran con que sus amigos les rechazan. En Uppers hemos consultado a una educadora social qué hacer cuando excluyen a tu hijo adolescente.
A un padre o a una madre, al encontrarse con esta situación, le dan ganas de presentarse en casa del amigo que le está dando la espalda a su hijo para preguntarle qué está sucediendo; van juntos a clase desde siempre e incluso las familias mantienen muy buena relación. Cuando no se conoce al grupo también se plantaría en la puerta del colegio buscando respuestas.
Es evidente que estas opciones o cualquier otra que se le ocurra debe esfumarse de la cabeza tan rápido como llegó, su hijo ya no tiene 5 años, es un adolescente de 14, 15 o 17 añazos al que las consecuencias de esas ideas de progenitor solucionador le van a acarrear más vergüenza y problemas que otra cosa.
La educadora social subraya que un adolescente se siente decaído, triste, enfadado e infeliz si es rechazado y excluido por aquellos que supuestamente eran sus amigos. También sufren cuando solo están con él mientras duran las clases pero no le incluyen en las conversaciones del recreo ni en los planes del fin de semana. Incluso sucede que por su forma de ser o debido a cambios de colegio y de residencia nunca ha conseguido formar parte de un grupo de amigos con los que estar a gusto.
Esta experta destaca que los padres deben saber cuál es su lugar aunque también incide en que pueden fomentar y apoyar el que sus hijos logren crear esos vínculos tan valiosos con sus amistades, “promoviendo un ambiente donde puedan establecer relaciones saludables”.
No obstante, en el momento en el que un adolescente reconoce en casa que sus amigos no le llaman para quedar o le han rechazado en varias ocasiones hay que tratar el tema con cuidado y con una gran sensibilidad. La educadora señala que para él es básico pertenecer a un grupo al igual que ser aceptado de modo que cuando es excluido se encuentra muy solo y en una situación dolorosa que le cuesta manejar y superar.
Como padres, por una parte no hay que restarle importancia a lo sucedido con comentarios del tipo “¡vaya tontería!, ya te llamarán”. En palabras de la educadora, en ese momento el adolescente necesita no solo que se elijan las expresiones adecuadas y esa gran sensibilidad que mencionaba, sino comprensión.
A modo de guía hay una serie de recomendaciones sobre cómo deben actuar los padres ante un hijo adolescente que ha sido rechazado por sus amigos:
En esas posibles nuevas actividades tal vez encuentre esas buenas amistades que necesita. No solo hay que pensar en todas las variables deportivas, también hay escuelas de música, asociaciones de emprendimiento, clases de robótica, organizaciones de tiempo libre, grupos de teatro, corales, clubs de lectura… Son lugares donde un adolescente puede sentirse aceptado y valorado, disfrutar y crear un nuevo grupo de amistades que le hagan crecer, desarrollar su personalidad y divertirse de forma saludable.