4 plantas que requieren poca agua: ideales para olvidadizos

Cuando se habla de decorar una casa en la mayoría de los casos, hablamos de muebles, cuadros, alfombras que visten las estancias, no obstante, las plantas de interior son el complemento perfecto para dar un ambiente y dar vida a la casa. Si eres un desastre y te echa para atrás el hecho de que las plantas hay que cuidarlas, lo cierto es que todo podemos tenerlas en casa, solo hay que elegir las más adecuadas para cada uno, pues hay plantas que no necesitan mucho cuidado ni mucho riego

Tener plantas en casa es más fácil de lo que parece, antes de hacerse con una hay que ser conscientes de las condiciones de tu hogar y el tipo de planta que vas a comprar, pues no todas las plantas son válidas para todos los sitios. Hay determinadas condiciones que pueden no ser las más adecuadas, como el clima, humedad, luz, espacio… También hay plantas que pueden ser tóxicas, y hay que tener cuidado con ellas si hay mascotas o niños pequeños en casa, otras requieren muchos cuidados diarios que no se les va a poder dar. 

Riego, limpieza, vitaminas… hay plantas que necesitan una atención especial, no obstante, hay otras que no necesitan cuidados diarios. Las plantas de interior no demandan tanta agua como las de exterior, ya que no están expuestas a cambios tan bruscos como las plantas que viven fuera del hogar. Es más frecuente ver plantas que mueren por exceso de agua que por defecto.

Descubrimos las cuatro plantas de interior que requieren poca agua y dan mucha vida a los hogares. 

Potos

 Es una de las plantas de interior más bonitas que podemos tener en nuestro comedor o salón y, además, resulta muy fácil de cuidar, siendo una planta muy agradecida. Es de hoja perenne de la familia Araceae procedente del sudeste asiático. Originaria de Malasia, Indonesia y Nueva Guinea, puede alcanzar una altura de 20 metros, por lo que resulta idónea para decorar grandes estancias, como planta de interior puede llegar a medir entre dos y tres metros. Es toda una purificadora de aire natural nada, por lo que también contribuye a eliminar de sustancias nocivas y tóxicas el que hay en casa.

El riego del poto, como suele suceder con el resto de las plantas, depende de factores como la estación del año, la cantidad de luz que recibe y las corrientes de aire. De manera general, es necesario tener en cuenta que no necesita que la tierra esté siempre húmeda, puesto que la planta misma es capaz de coger la humedad del ambiente. Como referencia, si ves un par de días la tierra seca, riégalo al tercero. En cualquier caso, asegúrate de que la maceta tiene un buen drenaje y nunca dejes agua en el plato o podrían pudrirse las raíces y ocasionarle alguna enfermedad”, aseguran los expertos. 

Sansevieria

Es una planta de hojas rígidas, erguidas y en forma de espada, sin duda, la mejor amiga de los principiantes en el mundo de las plantas ya que esta se caracteriza es por su facilidad de cuidado. “Se adapta fácilmente a distintas condiciones, ya que puede soportar pleno sol y poca luz, aunque lo mejor para ellas es la luz solar indirecta. Y lo mejor de todo: esta no va a requerir mucha agua, especialmente en invierno pues la Sansevieria es una planta originaria de los desiertos áridos de África occidental y es por ese motivo por lo que no necesita prácticamente agua”, aseguran desde Fronda. 

Monstera

Una planta de hojas grandes con agujeros, conocida popularmente como costilla de Adán. Es una de esas plantas que por sí sola es capaz de vestir espacios y darle un estilo tropical con poco esfuerzo. Es una planta trepadora y vigorosa, que ocupa una gran macetas junto a un tutor, de forma que se le puede ir fijando poco a poco a medida que va creciendo. “A pesar de su enorme tamaño no es una planta muy exigente en cuanto a riegos. Hazlo cuando el sustrato se seque casi por completo y sin encharcarla –uno de sus principales males–, aumentando las probabilidades de que sus raíces se pudran”, asegura Diego Olivares, ingeniero agrícola y experto en jardinería.

Dracaena

No solo es una planta bonita y sumamente decorativa: además, tiene una increíble capacidad de desarrollo en nuestro hogar, adaptándose a las mil maravillas a sus condiciones. Los cuidados de la Dracaena marginata son perfectamente asumibles para cualquiera, tanto si nos iniciamos en el mundo de las plantas como si ya tenemos experiencia. “ No confundamos su carácter tropical con exponerla a un exceso de agua, ya que puede pasarle factura a sus raíces. Por esta razón, lo ideal es dejar secar la tierra entre riego y riego. 

Además de esto, tendremos que mantener un cierto grado de humedad en el ambiente. Algo que podemos conseguir ya sea mediante un humidificador, o creando una atmósfera húmeda alrededor de nuestra Drácena con una maceta y guijarros que separen las raíces de nuestra planta del agua”, afirman desde Verdecora.