La piel del escote y del cuello son dos zonas que solemos olvidar en los rituales de belleza. Muchas veces no sabemos si tratarlo como parte del rostro o como parte del cuerpo, y al final terminan en el olvido. Además, es importante saber que la piel del escote es muy sensible, pues es más fina, y al carecer de glándulas sebáceas, puede envejecer de forma prematura si no se cuida como es debido, sufriendo arrugas y flacidez. Por otra parte, la piel del escote está, muchas veces, expuesta al sol, lo que hace que sea muy propensa a sufrir manchas solares.

Estas zonas necesitan de una alta hidratación y, también, protección solar. La hidratación tiene como objetivo que la piel esté más elástica, suave e hidratada, y así será más fuerte para hacer frente a la flacidez y las arrugas. A partir de los 45-50 años es preferible usar cremas específicas para el escote. Algunas firmas cuentan con tratamientos para cuello y escote de aplicación diaria, y se recomienda utilizar sérums antes de las cremas para potenciar más su efecto.

La protección solar es fundamental siempre. Más allá del verano, no hay que olvidar protegerla sea la estación del año que sea, por ejemplo, si hacemos deporte en el exterior y llevamos una camiseta escotada, si estamos paseando en el campo, si en nuestro día a día llevamos camisas o camisetas y pasamos tiempo en el exterior...

Otro aspecto a tener en cuenta es cómo llevar a cabo una exfoliación en estas zonas. Hay que tener cuidado, porque al ser una piel fina, si se aplica un exfoliante mecánico, hay que hacerlo mediante un suave masaje sin apretar demasiado. Es importante, además, desmaquillar correctamente. Muchas veces aplicamos, polvos de sol u otros cosméticos en esta zona, por lo que es fundamental y necesario desmaquillar, igual que el rostro.

Como habrás observado, lucir un cuello y escote cuidado puede parecer complicado, pero nada más lejos de la realidad, con estos cuatro consejos de experto te resultará muy sencillo: 

Al igual que la rutina diaria de limpieza del rostro, es crucial extender esta práctica al cuello y el escote. Usa un limpiador suave que elimine las impurezas y el exceso de grasa sin irritar estas zonas delicadas. La limpieza ayuda a prevenir la acumulación de células muertas y a preparar la piel para los siguientes pasos de tu rutina.

El cuello y el escote tienen menos glándulas sebáceas que el rostro, lo que los hace más propensos a la sequedad. Aplicar una crema hidratante rica en ingredientes nutritivos como ácido hialurónico, ceramidas y antioxidantes es fundamental para que tenga un aspecto cuidado. Con la edad, la producción de colágeno y elastina, proteínas responsables de la firmeza y elasticidad de la piel, disminuye. Además, para prevenir y tratar las arrugas en el cuello es importante: 

La radiación ultravioleta (UV) del sol daña las fibras de colágeno y elastina en la piel, acelerando el envejecimiento y causando arrugas y manchas. No aplicar protector solar en el cuello regularmente puede aumentar el riesgo de arrugas prematuras en esta área.

La zona del escote y cuello suele ser el lugar perfecto para la aparición de péndulos o acrodordones, pequeños bultitos, en ocasiones alargados, blandos , marrones o de color de piel normal que aparecen frecuentemente en zonas de roce como el cuello, las axilas o las ingles. Estas pequeñas verrugas en el cuello suelen ser un tipo de lesión benigna producida por diferentes factores que multiplica la proliferación de estas, llegando a aumentar de volumen.

No afectan a la salud, pero pueden provocar molestias, llegan a inflamarse, incluso hasta producir sangrado. En estos casos es muy recomendable acudir al dermatólogo para revisarlas y, si es necesario, eliminarlas.