La zona de la coronilla es una de las más propensas de sufrir un principio de calvicie. En concreto, la pérdida de cabello en esta área suele tratarse de una alopecia androgénica en la mayoría de los casos. Este tipo de calvicie puede afectar solo a la coronilla o a la parte superior del cuero cabelludo, en aquellos casos con un grado de alopecia más avanzada, cuyo principal síntoma es que las entradas van retrocediendo hasta generar la pérdida total del cabello en la parte superior.

“La ausencia de pelo en la coronilla puede también deberse a otros tipos de alopecias inmunológicas, en los que las propias células del organismo son las que atacan los folículos pilosos provocando la caída del pelo. También pueden ser de origen hormonal con predisposición genética, como es el caso de la alopecia androgénica”, afirma el doctor Antonio Leone, de la clínica Hospital Capilar.

Los primeros síntomas de pérdida de pelo en la coronilla son muy variables y dependen, sobre todo, del tipo de alopecia en cuestión. En sí, las principales señales de alerta son notar clareo en la coronilla o una escasez importante de pelo. La edad a la que pueden aparecer estos primeros síntomas de pérdida de cabello en la coronilla depende de qué tipo sean. En casos de alopecias cicatriciales de origen autoinmune, pueden aparecer a cualquier edad. Sin embargo, la androgénica aparece alrededor de los 20 o 25 años, aunque puede ser más tardía.

Además, no afecta por igual en hombres y mujeres. “La afectación de alopecia androgénica en mujeres ronda alrededor del 40% en mujeres pre y posmenopáusicas. En el caso de los varones, esta cifra incrementa llegando a superar el 60% de casos en hombres", explica Leone

El tratamiento de la pérdida de cabello en la coronilla depende siempre de la causa que origine su caída. “En el caso de alopecia androgénica, se recomiendan inhibidores androgénicos que regulan la actividad hormonal que provoca la caída capilar. Concretamente, evitan la acción de la dihidrotestosterona, hormona que ataca los folículos pilosos provocando su miniaturización y posterior desprendimiento. Por otro lado, en las alopecias de origen inmunológico o cicatricial se suelen emplear inmunosupresores y antiinflamatorios, aunque depende en todo momento de cada caso específico”, sostiene el doctor Leone.

De hecho, la alopecia en la zona de la coronilla no se puede prevenir como tal. En estos casos, lo ideal es acudir a un especialista ante los primeros signos de alerta para un diagnóstico precoz y que sea el especialista el que se encargue de determinar si se trata de una alopecia androgénica, de una areata, en la que se forma un parche de alopecia localizada en la coronilla, o cicatricial, cuyos síntomas principales son el picor en el cuero cabelludo y la aparición de granos localizados en la zona.

En palabras del doctor Leone, “es altamente recomendable acudir a un experto capilar en el caso de experimentar un aumento de la caída del pelo, clareos en la zona de la coronilla o síntomas como picor o aparición de granos en el cuero cabelludo. Un diagnóstico precoz es clave para evitar el avance de una potencial alopecia”.

Los expertos afirman que, en la mayoría de los casos, el injerto capilar en la zona de la coronilla es viable, siempre dependiendo del tipo y grado de alopecia que presente el paciente. Asimismo, también es importante haber estabilizado previamente la alopecia con fármacos o tratamientos capilares.

“El injerto capilar en la coronilla ofrece muy buenos resultados en pacientes con alopecia androgénica. Éstos son visibles de manera definitiva a los 18 meses y, junto con el tratamiento médico recomendado para mantener el pelo nativo, son duraderos”, concluye Antonio Leone.