El vínculo entre abuelos y nietos es uno de los más auténticos, puros y genuinos. Los abuelos son una parte importante en la vida de toda familia y por su cariño, experiencia y sabiduría suelen entablar una relación particular con sus nietos.

Los abuelos, a través de sus gestos de afecto, o de su sola presencia dejan su huella en las nuevas generaciones de la familia. Por eso el Día de los abuelos es una jornada que no requiere de grandes motivos que justifiquen la celebración. El papel de los abuelos ha ido evolucionando a lo largo de los años en nuestra sociedad, sin embargo, hay algo que nunca ha cambiado y siempre será así: su lugar imprescindible en cada una de las familias.

El Día de los abuelos tiene una raíz religiosa, propia de la liturgia cristiana, ya que la fecha elegida para la celebración es la del día de San Joaquín y Santa Ana, quienes, de acuerdo con dicha tradición, fueron los abuelos de Jesús. Sin embargo, hoy la festividad se centra exclusivamente en la figura de los abuelos y de las abuelas.

Los abuelos son aquellos que lucharon en la sociedad, quienes trabajaron durante años, quienes formaron una familia y los que cada día de su vida se preocupan por sus familiares. Son esos pilares básicos que todos necesitamos porque sin ellos, básicamente no habría sociedad, ¡ellos son el origen de las generaciones futuras!

Además, en las familias actuales también tienen un gran peso puesto que ayudan a sus hijos en la crianza y cuidado de los nietos. Se preocupan por que no les falte de nada, que aprendan cada día cosas y sobre todo, que todos los miembros de su familia sean felices y disfruten cada instante de la vida. Porque si ellos saben algo por encima de todo, es que en la vida hay que hacer aquello que se sienta porque si no se hace, con el paso del tiempo habrá arrepentimientos que no tendrán marcha atrás.

La vida no solo es trabajar, también es disfrutar en familia y eso nos lo enseñan cada vez que estamos a su lado. Cuando sus hijos se hacen adultos y los padres se convierten en abuelos comienza una afinidad entre las generaciones que se convierte en amistad porque ya no hay límites y normas como cuando éramos niños… ahora se trata de disfrutar unos con otros.

Ahora hay complicidad real y una unión que nada ni nadie podrá quebrantar jamás. Porque incluso cuando los queridos abuelos, por ley de la naturaleza, ya no estén a nuestro lado, el vínculo emocional que nos une no se romperá… seguiremos sintiéndoles cerca de nuestro corazón gracias a toda la sabiduría que nos enseñaron en su vida.

Los abuelos tienen una gran influencia en la vida de sus nietos siempre que estén implicados en la familia. Ellos representan diversos valores como: el aprendizaje, la dedicación, el esfuerzo, la constancia, el amor incondicional, el respeto, etc. Aunque ahora no trabajan todo lo que tienen ha sido gracias a su esfuerzo.

Ahora tienen un recurso preciado para los nietos y que los padres de esos niños aún no tienen: tiempo. Un tiempo donde demuestran su cariño y su paciencia. A medida que los niños crecen se dan cuenta de que los abuelos son los padres de sus padres haciendo que el vínculo entre ellos se fortalezca aún más.

A los niños les encantará conocer historias familiares que contarán sus abuelos en momentos de reunión, y es que saborear cada minuto de esas reuniones con los abuelos, no tiene precio, ¡no hay dinero en el mundo que pueda equiparar a los sentimientos que se producen durante esos momentos a su lado!

Dependiendo de la personalidad y la etapa de su ciclo vital, existen diferentes roles en los abuelos: