Poco se ha sabido de la infanta Cristina, en uno de los momentos más difíciles de su vida. Tras la publicación la semana pasada de unas imágenes de su marido, Iñaki Urdangarin, en actitud cómplice y cercana con una mujer, Ainhoa Armentia, con la que, a todas luces, parece mantener algo más que una simple amistad, la hermana del Felipe VI 'desapareció' por completo, sin que los medios de comunicación, desplazados, incluso, hasta Ginebra, Suiza, donde actualmente vive hayan podido saber nada de ella. Hasta hoy, cuando, mediante un comunicado, Iñaki Urdangarin y ella han anunciado que se separan y pondrán fin a 24 años de matrimonio.
Lo que muchos se preguntan es dónde ha estado la infanta todos estos día. Su paradero se había convertido en todo un misterio. Aunque ha sido la periodista Mari Ángel Alcázar quien ha arrojado luz sobre este asunto y ha revelado dónde se ha 'refugiado' la exduquesa de Palma la última semana, a la espera de decidir qué hacía con su matrimonio.
Minutos antes de anunciar su separación, se ha sabido que Doña Cristina tomó probablemente esa decisión en Zarzuela, donde permaneció desde el pasado martes hasta el viernes, consiguiendo que su estancia en el Palacio no trascendiese públicamente. Tal y como ha contado la colaboradora, la hija del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía viajó a Madrid procedente de Ginebra en vuelo regular el pasado martes, una vez fue informada de que las imágenes de su marido con otra mujer saldrían a la luz al día siguiente. Y en el ala del Palacio de la Zarzuela donde reside Doña Sofía estuvo Doña Cristina hasta el viernes, unos días que aprovechó para hablar con su madre -y no se sabe si con su hermano, el Rey Felipe- y meditar acerca de los pasos a dar tras la 'pillada' de Urdangarin.
Tras recibir el apoyo y el consuelo de la Reina Sofía, Doña Cristina abandonaba el Palacio de la Zarzuela el pasado viernes y, por el momento, se desconoce si regresó a su domicilio en Ginebra o si, tal y como era su deseo y su intención, viajó a Abu Dabi para reencontrarse con su padre.
No sabemos si fruto de sus conversaciones con sus padres, la Infanta Cristina confirmaba este lunes la 'interrupción de su matrimonio' con Iñaki Urdangarin a través de un comunicado firmado por ambos en el que subrayan su compromiso respecto a sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene.
La otra protagonista de la historia, Ainhoa Armentia, quien se situaba en el punto de mira de los medios de comunicación tras la publicación de su posible romance con el exduque de Palma, también ha dejado de estar en un segundo plano y ha dado un paso adelante por sí misma. Armentia, lejos del agobio que mostró en los primeros días, se muestra cada vez con más aplomo ante los medios de comunicación que siguen cada uno de sus pasos.
Después de un fin de semana complicado en el que, según apuntan diversas fuentes, Ainhoa habría abandonado el domicilio conyugal -donde residía hasta ahora con su marido, Manuel, y sus dos hijos adolescentes- para instalarse temporalmente en la casa de sus padres, la vitoriana ha regresado a su puesto de trabajo. Ha aprovechado su vuelta a la rutina para hacer frente a los medios y pedir que respeten la intimidad de su familia.
"Buenos días. Os pido por favor que respetéis la intimidad de mi familia por favor ¿eh? Gracias, buenos días", ha rogado Ainhoa con aplomo, molesta porque diferentes medios de comunicación hayan indagado sobre la identidad de sus padres y el lugar en el que viven y estén intentando obtener sus primeras reacciones acerca de la relación que su hija mantiene con Iñaki Urdangarin.
Una amistad especial que habría pillado por sorpresa tanto a la familia de Ainhoa como a su marido, con el que continuaba conviviendo y con el que, a pesar de que supuestamente estaba en vías de separación, hizo un viaje a París esta Navidad. Una relación sobre la que Ainhoa continúa sin decir nada, aunque nada queda del agobio y la sorpresa de los primeros días, ya que este lunes la hemos visto llegar a su trabajo de lo más tranquila pese a los titulares que su vida privada ha protagonizado en los últimos días.