Marlaska da los datos del independentismo violento: "207 agentes heridos, 800 contenedores quemados y 107 vehículos dañados"
Ha calificado los altercados en Vía Laietana como: "actos vandálicos intolerables"
Destaca el descenso de partición en la manifestación independentista
La Policía no dejará que los CDR acampen en el centro de Barcelona
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha advertido esta noche que van aplicar con toda contundencia el Código Penal, tanto al independentismo violento como al que actúa al margen de la leytanto al independentismo violento como al que actúa al margen de la ley, recordando que algunas conductas que están realizando están tipificadas hasta con seis años de cárcel. Asimismo, ha cifrado en 400 el número de violentos que están provocado ataques contra las Fuerzas de Seguridad en Vía Layetana, en el entorno de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña.
Marlaska, que ha comparecido en rueda de prensa esta noche en Moncloa, ha distinguido entre la manifestación pacífica convocada por distintos grupos independentistas y los actos violentos posteriores. Ha recordado que según las cifras aportadas por la Guardia Urbana de Barcelona en la manifestación participaron más de medio millón de personas, una cifra muy inferior a las que el independentismo ha convocado en otros momentos, por ejemplo en la última Diada donde ya hubo un récord a la baja de 600.000 personas.
MÁS
Ejercer el derecho a la información en Cataluña, una tarea cada vez más difícil para los profesionales de la comunicación
Los que no se pueden permitir ir a la huelga ni cerrar: la semana negra para los comerciantes de Barcelona
La huelga hasta ahora, y pese a las imágenes y el ruido, pincha: el consumo eléctrico no cae como el 3-O o el 14N
Asimismo, ha indicado que la participación en la huelga general convocada en el día de hoy por los independentistas ha estado por debajo de las previsiones de las Fuerzas de Seguridad.
Por otra parte, el titular de Interior ha señalado que la Policía no dejará que los CDR acampen en el centro de Barcelona como habían señalado, argumentando que no permitirán que se colapse la vida de la ciudad.