En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Urrusolo cree que la actual situación es "irreversible" porque son "conscientes del golpe que supuso en la izquierda abertzale y entre los presos la ruptura del anterior proceso de Loiola".
"Se ha llegado a una situación en la que ETA, sin el apoyo social que ha tenido hasta ahora, no puede continuar. Tanto en Sortu como en Bildu el posicionamiento por las vías políticas y democráticas es claro. El distanciamiento y desmarque con respecto a la utilización de la violencia es contundente e irreversible y no sólo por razones de efectividad", ha aseverado.
En todo caso, ha subrayado que, "si algunos decidieran continuar, ya no sería ETA la que seguiría, sino algo muy marginal y sin ningún apoyo social". Además, ha considerado que ETA "se ha visto obligada a aceptar los emplazamientos de aquellos a quienes obligó a levantarse de la mesa de Loiola a raíz" del atentado en la T-4.
A su juicio, "los resultados obtenidos por Bildu son un respaldo definitivo a la apuesta política por vías exclusivamente democráticas frente al sector minoritario aún reacio al cambio de ciclo". En alusión a ETA, ha preguntado "de que sirve alargar la agonía de algo que sobra y estorba".
Por ello, ha dicho que la banda debería "anunciar el fin de su actividad armada y centrarse en su final ordenado como organización". Además, ha indicado que "sería un error" que Bildu "dejara el tema de los presos y exiliados en manos exclusivas de ETA, de los mismos de los que ellos se han tenido que desmarcar para hacer política". "Mientras llega el esperado 'día D', se puede ir dando pasos que ayuden a ir desatascando y humanizando este tema", ha manifestado.
Sobre la solicitud para que se incluya a su colectivo en el Acuerdo de Gernika, ha considerado que "el apoyo de los presos a ese acuerdo es necesario y fundamental", por lo que espera que esta "incorporación no se retrase más".
Tras subrayar que, hasta ahora, en ninguno de los anteriores procesos se consultó a los presos, y menos aún se les pidió la implicación o el apoyo a dicho proceso, ha apuntado que "es muy importante que, esta vez, se dé un respaldo serio de los presos, haciendo suyo el Acuerdo de Gernika". "Esto serviría, a su vez, para ganar credibilidad en esa parte de la sociedad que duda de la irreversibilidad del proceso", ha señalado.
Joseba Urrusolo Sistiaga ha señalado que "esto serviría, a su vez, para ganar credibilidad en esa parte de la sociedad que duda de la irreversabilidad del proceso".
Asimismo, ha precisado que el EPPK (Colectivo de Presos de ETA) ha tratado de "descalificarles con toda la mala intención del mundo" a partir de su postura en contra de la violencia. "Pero es un sector minoritario en torno al aparato que tiene bajo control al colectivo de presos y que, mediante mentiras y presiones, han tratado siempre de cortar y evitar cualquier debate que escapara a su control", ha añadido.
Urrusolo Sistiaga ha afirmado que será "difícil llegar a un relato compartido sobre el papel de ETA", pero "lo importante será llegar a compartir un relato de lo que no debió ocurrir". "En cualquier caso, ese análisis crítico de la historia de ETA debería ir acompañado de una reflexión autocrítica por parte de la propia ETA, y como hizo el IRA, de un reconocimiento del dolor causado por sus acciones", ha añadido.
Aunque ha reconocido que "es difícil hablar de reconciliación cuando todavía no se ha cerrado el ciclo de la lucha armada", ha apuntado que se deben dar pasos "en ese sentido, de manera unilateral y sin esperar a que lo hagan o digan los demás, sin esperar a lo que haga ETA sin esperar a que escenifique su final", ha dicho.
HISTORIA DE DOLOR
El ex dirigente de ETA ha apuntado que "nuestra historia reciente y no tan reciente esta impregnada de dolor y sufrimiento". "Al margen de responsabilidades en términos judiciales, en toda la izquierda abertzale, y no sólo los militantes de ETA condenados, tenemos la responsabilidad de poner en cuestión que se realizaran semejantes barbaridades", ha afirmado.
En esta línea, ha señalado que no se puede seguir denunciando "las barbaridades que se hicieron con Lasa y Zabala, sin reconocer que lo que se hizo con Miguel Ángel blanco también lo fue".
Sobre el hecho de que, por cuarta vez, se haya destrozado el monolito en recuerdo del socialista Juan María Jáuregui, ha considerado que se trata de "un ensañamiento, falta de humanidad y respeto para con una familia que ya sufrió el golpe de la violencia y que tiene derecho a recordar a su marido, padre o hermano, como ellos consideren adecuado".