“Había que hacer algo”. El nuevo amago de resistencia de Isabel Díaz Ayuso a las medidas de restricción de la movilidad que el ministerio de Sanidad cree necesarias para frenar la pandemia en Madrid ha provocado el hartazgo del Gobierno. Este viernes Pedro Sánchez ha convocado un consejo de Ministros Extraordinario para declarar el estado de alarma en Madrid.
En vísperas de un puente, con datos “preocupantes”, el ejecutivo ha optado por la vía más drástica al ver que la presidenta madrileña aplazaba la cita reclamada por el ministro Illa para acordar nuevas limitaciones, con intención de cerrar su propia propuesta. Fuentes del Gobierno –las que defienden que “había que hacer algo”- recuerdan que en marzo los desplazamientos de ciudadanos sorprendidos fuera de su domicilio cuando se decretó el estado de alarma fueron origen de un buen número de contagios. Y es lo que se ha querido evitar en vísperas de tres días de fiesta en un Madrid en el que, tras la decisión del TSJM de no avalar las medidas en vigor, sus cinco millones de habitantes gozaban de libertad total de movimientos.
El consejo de ministros está convocado a las ocho y media de la mañana. Y el presidente ha dado de margen hasta esa hora a Díaz Ayuso para que decida una de las tres opciones que le ha ofrecido para actuar.
1. Que la Comunidad de Madrid, como autoridad competente en materia sanitaria, dicte una Orden al amparo de lo establecido en el artículo 3 de la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública. (El Gobierno tiene la sensación de que la orden en vigor hasta este viernes no contó con el aval del TSJM porque la Comunidad no la presentó bajo el amparo de ese artículo sino de otro).
2. Que solicite la declaración del estado de alarma para que sea el Gobierno de España conjuntamente con la Comunidad de Madrid quien lo declare y ratifique las medidas en cuestión.
3. Que sea el Gobierno de España quien declare el estado de alarma, sin necesidad de que se formule previamente una solicitud.
Sánchez, a su vuelta de Argelia, donde ha estado de viaje oficial, se ha puesto en contacto con Ayuso para plantearle estas alternativas, ante el intento infructuoso del Ministerio de Sanidad de sentar al Gobierno regional a pactar nuevas medidas. El estado de alarma se limitará a restablecer las medidas vigentes hasta este viernes. Pero ya “con seguridad jurídica”, según Moncloa.
Incluso después de anunciarse la determinación de Sánchez a decretar la alarma sin contar con ella, y con la convocatoria del consejo de ministros en firme, la presidenta de Madrid defendía sus tesis. Y hablaba de que "sus zonas basicas" estaban funcionando. Anunciaba, incluso, haber quedado con el presidente para una última reunión en la mañana del viernes en busca de una solución in extremis. Moncloa confirma que, efectivamente, Ayuso respondió al ultmátum de Sánchez con una segunda llamada para pedir "tiempo".
El viernes ya se anunciaba, de antes, como el día en el que podía pasar de todo. El Gobierno y la Comunidad de Madrid se iban a ver las caras en busca de una salida a la desconcertante situación en la que se encuentran los ciudadanos de la región, después de que el TSJM tumbara las restricciones de movilidad en la capital y otros nueve municipios impuestas por Sanidad y aceptadas a regañadientes por el ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. En Madrid, que sigue siendo la zona cero, hay libertad total de movimientos después de que hayan coincidido en el tiempo hasta dos órdenes distintas para limitarlo.
Pero una, la de confinamiento por municipios defendida por Sanidad, no ha logrado respaldo judicial. Y otra, la de confinamiento por áreas sanitarias que dictó antes la Comunidad y sí avaló el TSJM, caduca este mismo viernes.
Así que el llamado Grupo Covid en el que participan ambas administraciones había sido llamado a una reunión de urgencia para acabar con la confusión y dictar pautas a una ciudadanía pendiente de que se decida hasta dónde puede moverse, más aún en vísperas de un puente que puede multiplicar la movilidad, y por tanto los contagios.
El ministro Illa quería la cita para la tarde del mismo jueves. Y así lo dijo cuándo la noticia del contratiempo judicial le sorprendió en plena comparecencia parlamentaria. Pero luego se aplazó al viernes. Sumando incertidumbre al caos y poniendo en evidencia que el pulso entre administraciones seguía latente.
“El Ministerio ha solicitado reuniones desde este mediodía (el del jueves) precisamente para analizar las herramientas jurídicas que permitan proteger la salud pública. Sin éxito”, señalaban a NIUS fuentes del ministerio, con esa coletilla que ya revelaba cierto malestar. En la consejería admitían su culpa, que atribuyen a su deseo de reunir primero a su gente “para preparar una norma que llevar a Sanidad”.
Madrid daba la sensación de querer hacer valer su victoria en los tribunales –las restricciones no avaladas por el TSJM son las que recurrió el Gobierno de Ayuso- y, dejaba caer que tenía intención de presentarse en la reunión con una propuesta que el ministro Illa no iba a poder rechazar: “La llevamos para que la quieran”, apuntaron a NIUS fuentes del entorno de la presidenta. No era fácil. Fuentes de la Comunidad confirman que el plan que Madrid tenía intención de plantear es el de zonas básicas de Salud porque creen que estaba funcionando. Es decir, volver a lo anterior. A lo suyo
Ayuso ya había dicho este jueves públicamente que para ella era ineludible cerrar una orden “trabajada y completa”, unas medidas “sensatas, justas y ponderadas”, antes de sentarse de nuevo con Sanidad. La cuestión volvía a estar en lo que cada uno entiende por sensato o ponderado. Porque el ministerio impuso la limitación de movimientos en toda la capital y otros nueve municipios, frente al plan de la consejería de que afectara solo a determinaras áreas sanitarias.
A estas alturas, el Gobierno sigue pensando que Madrid presenta una situación “preocupante”. Y así la calificó Pedro Sánchez, que se declaró partidario de aplicar medidas acordes al desafío de la pandemia. Y en ese lote va el estado de alarma, que según dio a entender el presidente también se estaba contemplando. Y luego se ha demostrado. Eso sí, la intención declarada por Sánchez era hacerlo de acuerdo con Madrid y respetando sus competencias.
El caso es que las declaraciones de ambos presidentes ya daban a entender el calibre del reto que tenía ante sí el Grupo Covid. Dar con un punto de acuerdo entre una Ayuso partidaria de moderar las restricciones – -medidas sensatas”- y un Sánchez dispuesto a recurrir al estado de alarma si era necesario. “Tomar la decisión que se deba tomar”, en sus palabras.
La reunión nunca se llegará a celebrar.
La declaración del estado de alarma que plantea el Gobierno no supone confinamiento similar al de primavera. Será tan solo el restablecimiento del cierre perimetral de la capital y de los otros nueve municipios que ya tenían limitada la movilidad durante la última semana. Y la continuidad de las medidas que estaban en vigor. Que son las siguientes:
. En el caso de los establecimientos, locales comerciales y servicios abiertos al público el aforo máximo será del cincuenta por ciento y la hora de cierre no podrá superar las 22:00 horas, salvo las excepciones que se prevean.
. Por su parte los establecimientos de hostelería y restauración y de juegos y apuestas tendrán también un aforo máximo del 50 por ciento en espacios interiores y del 60 por ciento en espacios exteriores. El consumo en barra no estará permitido. Y, las mesas o agrupaciones de mesas deberán guardar una distancia de, al menos, 1,5 metros respecto a las sillas asignadas a las demás mesas o agrupaciones de mesas. La ocupación máxima de personas por mesa o agrupación de mesas será de seis.
. No podrán admitirse nuevos clientes a partir de las 22:00 horas y la hora de cierre no podrá superar las 23:00 horas, a excepción de los servicios de entrega de comida a domicilio.
. En las academias, autoescuelas y centros privados de enseñanzas no regladas y centros de formación no incluidos en el ámbito de aplicación del artículo 9 del Real Decreto Ley 21/2020, de 9 de junio, el aforo máximo será del cincuenta por ciento
. En las instalaciones deportivas, tanto al aire libre como de interior el aforo máximo será también del cincuenta por ciento en espacios interiores y del sesenta en exteriores y la práctica deportiva en grupos se reducirá a un máximo de seis personas.
. En las competiciones oficiales de ámbito estatal y carácter no profesional y las competiciones internacionales que estén bajo la tutela organizativa de las Federaciones deportivas españolas que se desarrollen en los municipios previstos en el apartado 1.1, será de aplicación el Protocolo de actuación para la vuelta de competiciones oficiales de ámbito estatal y carácter no profesional en la temporada 2020/2021, elaborado por el Consejo Superior de Deportes