No ha terminado enero y en la Comunidad Valenciana el número de fallecidos por covid-19 supera ampliamente el alcanzado en el que era el peor mes de la pandemia: 972 residentes de la región han muerto en lo que llevamos de año, frente a los 902 de abril de 2020.
La tercera ola está golpeando con más fuerza que las anteriores y esta semana los datos registran casi 100 muertos diarios.
“Si tienen que endurecer las medidas que las endurezcan”. “No nos hemos tomado las cosas como debíamos tomarlo”, cuentan los habitantes de la comunidad autónoma, temerosos de la peligrosa tendencia de la curva de contagios.
En los hospitales, el coronavirus ha puesto a los sanitarios en una situación límite:
“Estamos sofriendo una presión asistencial brutal. Esperamos que vaya a peor porque los contagios siguen subiendo”, avisa José Manuel Peris, de Atención Primaria del Hospital de Oriuela.
Los contagios están disparados. La incidencia se sitúa en los 1.166 casos por 100.000 habitantes y sube la edad de ingreso: “Te llama la atención porque llegan informándote de que en casa están confinados todos, que todos son positivos: los hijos, los nietos…”, cuenta Santiago Dieguez, médico del Hospital del Vinalopó.
En este momento, en los hospitales valencianos hay más de 4.000 pacientes ingresados, 552 en la UCI.
“No se está diciendo que todas las camas que habitualmente se utilizan para pacientes críticos ya se llenaron hace tiempo”, cuenta Juan Soliveres, anestesista del Hospital de Alzira.
Por su parte, José Peris, de urgencias del Hospital de Torrevieja, alerta: “Si no tomamos medidas serias de confinamiento, de autoconfinarnos… no tenemos tratamiento para esto”.
Los médicos piden responsabilidad para frenar este tsunami.