Tornillos de gran tamaño, botellas, adoquines o pelotas de golf entre el material incautado. Son las herramientas de los violentos en pro de la libertad de expresión. Los que se han podido incautar. Material que un día puede provocar lo que nadie quiere. Ya son cuatro días de violencia en Cataluña. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tenido que salir al paso porque la situación empieza a ser insostenible. Colau ha dicho lo evidente. Defender la libertad de expresión "no justifica en ningún caso destrozar mobiliario, asustar a vecinos, perjudicar a comercios o atacar a medios de comunicación en referencia a las protestas por el rapero Pablo Hasel. "Todo el apoyo a los cuerpos de seguridad y servicios de emergencias que trabajan para evitar males mayores", ha dicho en un tuit este viernes por la noche.
Este mensaje se produce prácticamente al final de la cuarta jornada de concentraciones en apoyo al cantante, y que, según un avance provisional de los Mossos, se ha saldado con tres detenidos en Catalunya: 1 en Barcelona y 2 en Girona. Una de estas detenciones ha sido en Barcelona por presunto atentado a agentes de la autoridad, y otras dos en Girona por lanzamiento de piedras a los agentes policiales, informan los Mossos en su cuenta de Twitter.
La cuarta noche de disturbios en las protestas por Hasel, que continúa a las 22 horas, dejan quema de contenedores en Barcelona, Tarragona y Girona, la presunta agresión por parte de un mosso al diputado de la CUP de Girona Dani Cornellà --según ha explicado la formación--, y asalto a varias entidades bancarias en Barcelona y Girona. Y unas herramientas en defensa de la libertad de expresión más que extrañas.