Los atentados terroristas de Madrid en 2004 (11M) o de Barcelona en 2017 (17A) han mostrado una clara evolución del perfil de los yihadistas que han intentado extender la denominada 'guerra santa' en España según recoge un informe del Real Instituto El Cano titulado 'Yihadismo y yihadistas en España. Quince años después del 11M' y elaborado por los investigadores Fernando Reinares, Carola García-Calvo y Álvaro Vicente.
Según estos expertos, "el yihadismo en España ha mostrado una extraordinaria transformación en los últimos años", destacando además que, desde 2013, el 90% de los yihadistas que residen en el país "son hombres" y que, del total de terroristas, "el 91% son musulmanes de origen", aunque solo el 78% posee un conocimiento "elemental" del Islam.
Así, el 65 % de los yihadistas condenados o muertos en España entre 2004 y 2018 eran extranjeros que en su mayoría se encontraban legalmente dentro del territorio nacional. La tendencia en estos años ha cambiado de forma que, en el caso español el yihadismo se asocia más a españoles de nacimiento que a extranjeros aunque estos continúen siendo mayoría.
Por nacionalidades de los yihadistas se observa una evolución en los últimos años siendo la marroquí, con un 40,2 por ciento y la española con un 33,2 %, las más importantes. El resto de nacionales como argelinos, paquistaníes o sirios experimentan un fuerte descenso.
La proximidad geográfica entre España y Marruecos es uno de los aspectos que más contribuyen a estos porcentajes de nacionalidades. Examinando el origen de los nacionales marroquíes se comprueba que la mayor parte de ellos proceden de las zonas más al norte del país conocida como el Rif y colindante con las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. La región de Tánger, Tetuán y Alhucemas junto con la Oriental y que fueron la base del protectorado español, constituyen el foco principal de procedencia de estos yihadistas.
Precisamente, las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, enclavadas en la costa marroquí, representan por procedencia los principales puntos de origen de los yihadistas nacidos en España. En el caso de Ceuta este porcentaje es del 46 por ciento mientras que en el de Melilla es del 26 por ciento. Lejos queda Barcelona con el 9%.
Por lugares de residencia, el 36 % de los yihadistas residentes en España están en Cataluña, lo que supone una cifra casi tres veces mayor que la que hay en Madrid, donde vive un 13 %, Ceuta (14 %) o Melilla (10 %).
Otro de los datos que puede extraerse de este informe es que los yihadistas detenidos o muertos en España en este periodo de tiempo tenían edades comprendidas entre los 18 y los 35 años y que el 56,7 % de ellos estaban casados, unos porcentajes que se han incrementado en los últimos años, sobre todo en los más jóvenes.
Según los investigadores esto se debe a que "se pone un gran énfasis en el matrimonio, cuya responsabilidad se insta a que asuma el musulmán o la musulmana que tenga la edad y las condiciones de hacerlo, por razones que van desde la gratificación emocional y la situación social, hasta el cumplimiento de un acto piadoso o la solidaridad grupal".
Según estos expertos, el yihadismo "ha pasado a estar vinculado, principalmente, a segundas generaciones" por lo que son "personas nacidas y crecidas" en España, "con padres que han sido de primera generación", y, "en menor medida", conversos occidentales que se suman a las filas del DAESH.
Por ello, aseguran que el problema del yihadismo en España ya no se trata de "un fenómeno protagonizado por extranjeros", sino que "se trata de un fenómeno en el que los individuos con nacionalidad española son una proporción considerable". En concreto, el 38% de los yihadistas hombres tienen la nacionalidad española y el 30% ha nacido en el país.