Hasta gases lacrimógenos se han tenido que usar en la zona más problemática, el lado más oscuro de las manifestaciones. Contenedores ardiendo en medio de una batalla campal. Los furgones del CNP van y vienen deprisa, el sonido es brutal, todo para intentar dispersar a los violentos, que pese a ser una minoría están dañando como nunca la imagen de Barcelona. Cada paso genera una nueva lluvia de piedras sobre los antidisturbios que protegen el edificio de la Jefatura Superior de Policía.
Se ven ya las primeras barricadas de fuego en el asedio a la sede de la Jefatura de la Policía Nacional en Via Laietana, en Barcelona. Grupos de alborotadores están prendiendo fuego a todo lo que ven especialmente contenedores de basura para tratar de hacer retroceder la línea policial de los antidisturbios. Los manifestantes están tirando de tácticas de guerrilla urbana para mover a los policías que tratan de mantener el perímetro de seguridad. El entorno de la Jefatura en Via Laietana se ha convertido en el escenario de una auténtica batalla campal.