Sólo queda Sánchez: el fracaso de los líderes de la nueva política
Errores políticos, mala gestión en sus partidos y nefastos resultados electorales han apartado a Rivera, Iglesias y Casado de la primera línea
Sánchez es el único de los candidatos de la foto de abril de 2019 que resiste
En noviembre de 2019 entró en escena Santiago Abascal como candidato de Vox
En abril de 2019 los cuatro candidatos a la presidencia de Gobierno se hicieron una foto durante el debate electoral para las elecciones generales. Ahí estaban, de izquierda a derecha, Pablo Casado, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Menos de tres años después, solo queda Sánchez. Una combinación de errores políticos, mala gestión en sus partidos y nefastos resultados electorales se han llevado por delante a los otros tres.
Los líderes de la nueva generación de jóvenes que llegó a la política pisando fuerte, comiéndose el mundo y prometiendo renovación y regeneración ya no está en primera línea. Albert Rivera recaló en un bufete de abogados que acaba de abandonar, Pablo Iglesias pasea como opinador por tertulias y periódicos y Pablo Casado, el más joven de todos, está a punto de soltar las riendas del PP y tendrá que despejar su futuro. Pedro Sánchez, fiel a su biografía política 'Manual de Resistencia', es el único que resiste. Es el que llegó más lejos, a la presidencia del Gobierno.
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Rivera: apostó por el sorpasso al PP y se estrelló
Albert Rivera (Barcelona, 11979), dimitió como líder de Ciudadanos y se retiró de la política un día después de las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019. El batacazo electoral fue descomunal. De los 57 escaños que había conseguido en abril se quedó con 10. Perdió en unos meses dos millones y medio de votos.
Rivera apostó toda su carrera política a dar el sorpasso al PP, pero se equivocó. En abril casi lo consiguió, se quedó a poco más de 210.000 votos de Pablo Casado. La estrategia del político catalán de no pactar con Sánchez un gobierno con el PSOE que le podría haber convertido en vicepresidente, querían los empresarios y habría dado estabilidad al país le pasó factura en las urnas. Muchos consideran que su soberbia acabó con él. Fueron los tiempos en los que Rivera acuñó lo del "sanchismo" y "la banda" para referirse a Sánchez y sus socios.
Iglesias: Ayuso y Madrid se lo llevaron por delante
Pablo Iglesias (Madrid, 1978) también dimitió tras unas elecciones. Fue la misma noche del 4 de mayo de 2021 después de que Isabel Díaz Ayuso arrasase en las urnas en las autonómicas a la Comunidad de Madrid. Dejó la política, incluido el liderazgo de Podemos, tras fracasar en su objetivo de formar un gobierno alternativo al de la derecha y Vox.
Iglesias había renunciado previamente a la vicepresidencia del Gobierno de la nación para dar la batalla en Madrid. El líder de Podemos dejó Moncloa tras haber acordado con Sánchez el primer Gobierno de coalición de la democracia. Se fue cuando más tensiones había con el PSOE por los asuntos que tenía aprobar el Ejecutivo y consciente de que Podemos, como socio minoritario de la coalición, no tenía margen de maniobra para imponer su agenda.
Casado: una lucha de poder mal gestionada
A Pablo Casado (Palencia, 1981) se lo ha llevado por delante una lucha encarnizada por el poder contra Isabel Díaz Ayuso que no ha sabido gestionar. Las presuntas irregularidades en un contrato público sobre mascarillas en plena pandemia vinculado al hermano de la presidenta madrileña y el supuesto espionaje desde Génova han desatado una guerra civil en el PP.
Casado no calculó bien sus fuerzas en la batalla contra la que fue su amiga y principal activo electoral del partido y ha perdido. En una semana trágica para los populares deslizó la idea de tráfico de influencias sobre Ayuso, ha visto como la presión de los barones, -encabezados por Alberto Núñez Feijóo-, para que abandonase la dirección se ha hecho insostenible y ha perdido el apoyo de su equipo de confianza y del grupo parlamentario que le han dejado solo. Una crisis en la que ha aflorado que su ya exsecretario general, Teodoro García Egea, estaba enfrentado a medio partido y que el liderazgo estaba cogido con pinzas.
Abascal, el nuevo protagonista
Tras esa foto de los cuatro políticos de abril, en noviembre de 2019 se repitieron las elecciones generales tras el fracaso de Sánchez para formar un Gobierno. Hubo otro debate electoral y en aquella ocasión se sumó un nuevo candidato a la instantánea, Santiago Abascal. El líder de Vox se estrenó porque su formación había obtenido representación en el Congreso unos meses antes.
Abascal también resiste y su partido está subiendo en estimación de voto según todas las encuestas. Las elecciones en Castilla y León han sido la prueba. Vox ha pasado de uno a 13 procuradores y tiene en su mano la llave para investir al popular Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Comunidad. La crisis interna del PP le ha disparado todavía más. GAD3 para NIUS le otorgó más del 18 por ciento del voto y entre 67 y 71 escaños si ahora se produjesen elecciones. Otros sondeos ya señalan que ha sobrepasado al PP de Casado.