Desde el balcón contemplan el precipicio que se ha originado frente a sus casas. Lo vieron cómo se formaba en cuestión de segundos. Merce es una de las desalojadas por el mismo. Muy nerviosa sigue porque el susto fue para contarlo. Antes de que la tierra empezara a caer engullendo parte del asfalto, el reventón de una tubería les alertó. El toque de atención lo produjo la rotura. Tuvieron el tiempo justo para avisar a los vecinos y sacar coches de la zona antes de que la carretera desapareciera.
"Podría haber sido peor, llevamos todo el mes que no para de llover", reconocen. Esas lluvias constantes de los últimos días en Moixent, Valencia, podrían haber reblandecido la tierra debilitando su contención y hacer desaparecer terreno firma bajo el suelo. Una zona, junto al barranco, ya afectada por la Dana de hace dos años y que ahora deja estas viviendas al borde de la inseguridad. El temor es que puedan producirse más. Por ello inspeccionan el subsuelo y tratan de garantizar que el terreno no desestabilice la vida de quienes habitan aquí.