{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Los jueces parecen decantarse de forma unánime por el delito de sedición, y no el de rebelión, como solicitaba la fiscalía. La sentencia del juicio del procés es inminente, esperada e histórica. Sentencia en la que gana sedición frente a rebelión. Oriol Junqueras se llevaría la mayor pena de entre todos los procesados: 12 años. Dentro de los muros de la cárcel respiran algo más tranquilos. Fuera hay quien insiste en hacer ruido.
El Tribunal Supremo tendrá que hilar fino en la sentencia del procés porque habrá recurso al Constitucinal y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Aunque la fiscalía lo tenía claro. “Fue un golpe de Estado”, dijo el fiscal Javier Zaragoza, durante el juicio. El Tribunal, por unanimidad, se decanta porque hubo violencia, pero no como elemento estructural del plan, no organizado, sino espontáneo a lo largo del alzamiento público. Por eso sería sedición, que considera perfectamente acreditado por la Abogacía del Estado.
La pena máxima por sedición, 15 años, malversación incluida, también quedaría acreditada, y se cometería desde que se compromete el gasto, aunque no se desembolse. Y aunque, como reconoció ayer el juez Manuel Marchena, muy molesto con la filtración, todo está abierto hasta que firmen todos los magistrados...
El tribunal estaría más próximo a la petición de la abogacía del estado: Oriol Junqueras, doce años de cárcel y otros tantos de inhabilitación. Once y medio para Romeva, Turull, Rull, Forn y Dolors Bassa. Sólo sedición, Carme Forcadell, 10 años, y los Jordis, Sánchez y Cuixart, ocho.
Más benévolo aún podría ser el Alto Tribunal con los tres últimos. De siete años que se solicitaban por desobediencia grave a Santi Vila, Meritxel Borrás y Carles Mundó, se podría quedar en multa e inhabilitación.
La Fiscalía ha pedido expresamente que no se puedan beneficiar del tercer grado hasta que hayan cumplido la mitad de la condena, como establece el Código Penal.
Entre los encarcelados, aunque se plantean denunciar la filtración, ambiente de cierto alivio. Aunque, extramuros, no se conforman e insisten, al menos una parte, en alentar la desobediencia civil, armar ruido.
La sentencia, también, precisará si la famosa DUI, la declaración unilateral de independencia, fue sólo simbólica o con valor jurídico. Y podría avanzar el papel que jugaron los Mossos, cuyo antiguo mayor aseguró que avisó de la violencia que se desataría si el Govern no desconvocaba el referéndum ilegal. Su juicio arrancará en la Audiencia Nacional el próximo enero.