Las fuerzas independentistas ya habían avisado que se manifestarían contra la sentencia del Tribunal Supremo. Pocos minutos después de la filtración de la decisión que condenaba a 13 años a Oriol Junqueras y a 12 a Turull, Romeva y Bassa, líderes del independentismo han expresado con contundencia su desacuerdo. El Presidente de la Generalitat, Quim Torra ha condenado la sentencia "por injusta".
"Hacer un referendúm no es un delito. El derecho de autodeterminación es un derecho suscrito por los tratados institucionales. Estamos ante un Estado incapaz de asumir las decisiones de sus ciudadanos", ha clamado Torra, que habla de "la vulneración de los derechos fundamentales de los acusados".
El Presidente de la Generalitat ha exigido "el fin de la represión y la libertad de los presos y presas políticas, exiliados y exiliadas, incluida la amnistía como punto final para todas las personas represaliadas". A esta comparecencia han acudido en señal de apoyo los miembros del Gobierno, el Presidente del Parlament, miembros de la mesa y el expresidente Artur Mas.
Torra ha anunciado a su vez que pedirá una reunión urgente con el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez y al rey para mostrar oficialmente su desacuerdo con esta decisión, que es un "insulto a la democracia" y encontrar una solución.
El portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián ante los medios ha mostrado duramente su rechazo a lo que ha calificado de "venganza" la decisión del Alto Tribunal a los 12 políticos catalanes.
"La miopía, el salvajismo y la barbaridad que demuestran la gente que suscribe, que apoya y que está jaleando esta sentencia es brutal. La irresponsabilidad es histórica. No hace falta ser más independentista, ser republicano catalán, votar a cualquiera de las opciones políticas independentistas para saber que lo que se acaba de publicar no es una sentencia, es una venganza. Y las venganzas en política siempre salen mal", ha subrayado Rufián.
Torrent, Presidente del Parlament, también ha manifestado su desacuerdo con el fallo en una protesta silenciosa en la escalinata del edificio parlamentario catalán. Su único mensaje, el que se mostraba en un folio amarillo que portaban todos los asistentes, en el que pedían la libertad para Carme Forcadell.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha calificado la sentencia de cruel. Opina que sólo con la libertad de los doce condenados "volveremos a una situación de normalidad democrática que supere el bloqueo actual". Además, ha pedido a todas las instituciones responsabilidad.
El vicepresidente de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, en la misma línea ha asegurado que "nos han sentenciado también a todos nosotros".
Desde el Europarlamento, el Grupo Los Verdes ha tachado de "desproporcionada" la sentencia contra los impulsores de la independencia de Cataluña y ha pedido la libertad de los condenados.
Para la presidenta del Grupo, Ska Keller, la sentencia solo "servirá para profundizar la crisis política en Cataluña" cuando lo que hace falta es una "solución política" y esta "no es posible con los líderes políticos en prisión". "La negociación y la política deben prevalecer", ha dicho.
El Fútbol Club Barcelona ha publicado un comunicado en el que expresa su posición como "una de las entidades de referencia de Cataluña, y de acuerdo con su trayectoria histórica, desde la defensa de la libertad de expresión y del derecho a decidir."
La portavoz parlamentaria de Junts en el Congreso, Laura Borràs, ha tuiteado contra la sentencia que en su opinión evidencia que "la independencia es el camino". "2 años de represión, 100 años de condena y 0 propuestas políticas". Además, ante los medios ha insistido en que "la independencia es el camino".
"Vuestra sentencia será vuestra condena", han tuiteado los Comités de Defensa de la República (CDR) en sus cuentas oficiales en las redes sociales.
"Es la hora de alzarnos contra el fascismo autoritario del Estado español y sus cómplices", han proclamado haciendo un llamamiento a la "desobediencia".