Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se enfrentan ahora al complicado reto de armar un programa de Gobierno tras la firma este martes del preacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para formar un Ejecutivo progresista de coalición. Mientras se negocian los apoyos necesarios para sacar adelante el Debate de Investidura, las promesas de la formación morada empiezan a caer en la mesa de negociaciones como sapos que tendrá que aceptar Sánchez si quiere un acuerdo para "cuatro años".

En estos dos años de campaña electoral permanente, especialmente los últimos seis desde la llamada a las urnas el 28 de abril, Unidas Podemos y Pablo Iglesias han dejado claro lo que entienden por políticas sociales y de izquierdas y no solo hablan de grandes reformas sino también de pequeños detalles como retirar todas las condecoraciones pensionadas a Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño'.

Para la formación morada es necesaria una regeneración democrática que comience desde las bases del sistema reformando la Ley Electoral para lograr que se cumpla la máxima de "un ciudadano un voto" mediante el fin de la ley d'Hondt, el voto a los 16 años, listas cremallera en todas las formaciones y derogación del voto rogado para crear una circunscripción electoral exterior.

También reclama que se prohíba que los partidos puedan financiar sus campañas electorales mediante créditos bancarios y la posibilidad de echar al Gobierno mediante un referéndum revocatorio si lo pide el 15 % de censo.

Otra de las reivindicaciones de Unidas podemos es la de terminar con lo que considera "el privilegio judicial más grave", que es la ausencia de responsabilidad del Rey, al tiempo que reclama una comisión de investigación sobre los negocios de la monarquía. También plantea terminar con los aforamientos.

El anuncio del preacuerdo entre Unidas Podemos y el Partido Socialista ha disparado las alarmas en el sector económico. Para los representantes empresariales y financieros, las políticas de empleo de la formación morada representan un gran riesgo para la economía española en unos momentos de grandes turbulencias. Una de las propuestas que más temen los empresarios es la aspiración de Unidas Podemos de alcanzar un salario mínimo así como avanzar hacia una jornada laboral de 35 horas semanales lo que conlleva también la reorganización de los tiempos de trabajo, ocio y cuidados.

Hay otras cuestiones menores que también serán difíciles de aceptar en Ferraz. Se trata de rebajar los sueldos de los diputados y los senadores, prohibir los contratos temporales de menos de un mes y luchar contra el fraude de la concatenación de contratos.

Sin olvidar su reclamo de una factura de la luz más barata y justa, garantizar la cobertura universal y gratuita de la educación infantil (de 0 a 3 años), incorporar el servicio de dentista gratuito en la Seguridad Social, actualización por ley de las pensiones al IPC de manera inmediata, intervenir el mercado del alquiler para impedir subidas abusivas mediante el control de precios y contratos de arrendamiento indefinidos, así como subir el IVA a la comida basura.

Otro elemento nuclear de Unidas Podemos en una acción de Gobierno conjunta con el PSOE es la aplicación de políticas igualitarias. Entre sus propuestas destaca la exigencia de modificar el apartado 3 del artículo 84 de la Ley Wert, con el que el exministro de Educación blindó los conciertos a los centros de educación diferenciada.

Asimismo, quiere una reforma de la Constitución que la convierta en un texto decididamente feminista, crear una asignatura de feminismos e impulsar en el seno del Ejecutivo la creación de una Vicepresidencia de Feminismos y Economía de los Cuidados.