Los expertos del Ministerio de Sanidad han propuesto "cerrar el ocio nocturno" de manera "urgente" para "mitigar el aumento exponencial de casos que está ocurriendo en España". Así lo ha estipulado la Comisión de Salud Pública. También emplazan a valorar, de nuevo, el toque de queda, lo que podría obligar al Gobierno a volver a un estado de alarma. El ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, ha respondido pese a todo con un "no" rotundo a que el Gobierno se esté planteando imponer un nuevo toque de queda en el país, después de que así lo planteara el Ejecutivo de Castilla y León.
Castilla y León ha sido, hasta el momento, la única Comunidad en plantear la medida de la limitación a la movilidad nocturna o toque de queda. Sin embargo, muchas otras ya han comenzado a imponer limitaciones. También Cataluña ha anunciado que cerrará el ocio nocturno a partir de este fin de semana e impone otras restricciones en acontecimientos que se celebren al aire libre.
De igual manera Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra, ya han decidido aprobar limitaciones para intentar frenar la incidencia acumulada en sus regiones y el resto de España.
El documento enviado a las comunidades por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que dirige Fernando Simón advierte de que los hospitales podrían sufrir un repunte de ingresos pronto: "Pese a que el aumento de incidencia está ocurriendo por ahora sobre todo en población joven, la velocidad con la que está ocurriendo dicho incremento, su magnitud y la posible afectación de franjas de edad más avanzada, puede tener también un impacto a nivel hospitalario", según ha adelantado el diario El Mundo. Fernando Simón ya indicó ayer mismo que existía la posibilidad de endurecer medidas y dejó claro que los contagios de los menores de 30 podrían incidir en parte de la población más vulnerable.
La Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta pone igualmente el foco en los “eventos multitudinarios” y reclama directamente su prohibición “si no se pueden garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención".
El documento señala que "durante los últimos días se ha observado un incremento considerable en las cifras de incidencia acumulada de COVID-19 en gran parte del territorio nacional. Así, en una semana se ha duplicado la incidencia en España pasando de una incidencia acumulada en 14 días de 100 por cada 100.000 habitantes el 28 de junio a 204 por cada 100.000 el 5 de julio, afectando especialmente a los grupos de edad de 12 a 29 años, en los que la incidencia oscila alrededor de 600 por cada 100.000.
El informe señala lo que ya muestran los datos, y no es otra cosa que "la mayoría de los nuevos casos identificados están ocurriendo en población joven no vacunada, en muchos casos asociado a la ocurrencia de eventos súper-diseminadores en ambientes cerrados donde grupos numerosos de personas pasan tiempos prolongados en situaciones con elevada probabilidad de no seguimiento de las medidas de prevención de la transmisión (uso de la mascarilla o mantenimiento de la distancia).
Pero lo que peor es que el documento evidencia que "existen otras franjas de edad que están comenzando a verse arrastradas por este incremento, destacando aquellas en las que la proporción de personas con vacunación completa todavía no es alta. La relajación de las medidas de control en las últimas semanas que entre otras cosas han generado un aumento de la movilidad de las personas entre diferentes territorios tanto de comunidades autónomas como de nivel internacional, ha llevado a un aumento de las interacciones sociales de la población favoreciendo el escenario actual. Esta situación está relacionada principalmente con las dinámicas observadas en los propios territorios, especialmente ligados al ocio nocturno, independientemente de los brotes identificados enviajes extracomunitarios con motivos de viajes de estudios en las últimas semanas".
La Ponencia de Alertas manifiesta que la capacidad de Salud Pública se está viendo comprometida impactando de forma negativa en los procedimientos de trazabilidad, identificación de contactos, seguimiento y realización de pruebas de laboratorio. De igual forma, las capacidades de respuesta en Atención Primaria se han visto superadas en muchos territorios tanto en lo referente a COVID-19 como en la asistencia y seguimiento a otras patologías no COVID.
El gran temor, ya expresado por Simón es que "el aumento de incidencia está ocurriendo por ahora sobre todo en población joven, la velocidad con la que está ocurriendo dicho incremento, su magnitud y la posible afectación de franjas de edad más avanzada, puede tener también un impacto a nivel hospitalario.
La Ponencia de Alertas manifiesta la necesidad de tomar medidas de manera urgente para mitigar el aumento exponencial de casos que está ocurriendo en España, entre las que se proponen las siguientes:
Cerrar los locales de ocio nocturno.
Limitar el horario nocturno en los interiores de aquellos establecimientos en los que no se puedan garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención.
Suprimir la celebración de los eventos multitudinarios si no se pueden garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención. La organización de estos eventos deberá estar sujeta a las recomendaciones incluidas en el documento de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19.
Garantizar la disponibilidad de hoteles u otros recintos para la correcta realización de cuarentenas y aislamientos cuando no se pueda garantizar la realización de manera adecuada en su domicilio
Valorar la realización de cribados en grupos de población de interés tras una valoración del riesgo desde Salud Pública según la situación de cada territorio. Algunos ámbitos a valorar podrían ser grupos de edad definidos (jóvenes) aprovechando el momento de la vacunación o de forma estratégica ante determinados brotes o en determinados ámbitos.
Valorar la instauración de limitaciones de horario nocturno para la movilidad
Recabar el apoyo del Ejército para la gestión de contactos
Reforzar los equipos implicados en las actuaciones de prevención y control de la transmisión, especialmente de Salud Pública y atención primaria, incluido el apoyo del Ejército para tareas relacionadas con la gestión de contactos es otra de las recomendaciones del informe, una idea que parece dirigida mayormente a los macrobotellones de jóvenes que por el momento nadie logra controlar.