El cerco a la movilidad se cierne ya sobre la Semana Santa a falta de la ratificación del próximo Consejo Interterritorial. Rumbo al deseo manifestado ayer por la ministra Carolina Darias, hoy la Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades y ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha acordado el cierre perimetral de las comunidades autónomas y la limitación de la movilidad nocturna de las 22 a las 6 horas en Semana Santa para controlar la transmisión del coronavirus.

Tal como ha informado el propio Ministerio de Sanidad en un comunicado, el acuerdo será ratificado el próximo miércoles en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), pero en estos momentos, y pese al anuncio, no contaría con la unanimidad plena, dado que la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, continúa presentando batalla, denunciando que "es pronto para hablar de Semana Santa" y no encuentran razones para "cerrar por cerrar".

Tampoco Canarias está plenamente de acuerdo con el cierre perimetral del archipiélago en Semana Santa, como ha revelado el portavoz del Gobierno canario, Julio Pérez. Defienden que en las islas hay una tendencia general que parece "relativamente favorable" que se va a cercando a los 50 casos por 100.000 en la incidencia a 7 días, por lo cual apuntan que no ven necesario su cierre perimetral, aunque ello no quitaría, dicen, aplicar restricciones adicionales respecto a las que están en vigor.

De ratificarse el cierre, ha dicho, se mantendrían como casos excepcionales la entrada de turistas para alojarse en espacios alojativos del archipiélago; la de personas que regresan para visitar a su familia, o la de personas por razones laborales.

La principal novedad con respecto al borrador que se iba a discutir en la reunión de este jueves es la eliminación, por falta de acuerdo, de la recomendación de que los estudiantes universitarios que residan durante el curso académico en otra región o país no puedan volver a su lugar de residencia.

En este sentido, el texto, en cualquier caso, pide evitar "viajes no necesarios" e insta a las autonomías a "no bajar el nivel de alerta" desde las dos semanas previas al inicio de Semana Santa "aunque los indicadores sean favorables" y "mantener las medidas establecidas en ese momento".

Sanidad no quiere oír hablar de relajación, y por eso insiste en que la Semana Santa llega en un "momento clave", donde se ha redoblar el esfuerzo por asegurar el control de la transmisión. El segundo trimestre, recuerdan, se espera un importante aumento en la llegada de dosis de vacunas, lo que resultará crucial para el objetivo de vacunar al 70% de la población para el verano, tal como ha manifestado hoy desde Moncloa, compareciendo junto a Fernando Simón, la secretaria de Estado de Salud, Silvia Calzón.

Dicho esto, en el documento se estipula que la movilidad estaría limitada por el cierre perimetral de todas las comunidades autónomas, aunque con las excepciones ya reguladas por el actual Estado de Alarma, como el "retorno al lugar de residencia habitual o familiar" o las causas de fuerza mayor. Se recomienda, a su vez, que en los casos sujetos a estas excepciones se realice una PCR o test de antígeno antes del viaje o a la llegada.

Por otra parte, Sanidad y las CCAA han optado por no celebrar eventos masivos "de cualquier índole que impliquen aglomeración o concentración de personas". "Las ceremonias en espacios cerrados seguirán las normas de aforo y otras medidas establecidas según el nivel de alerta de cada comunidad autónoma", sostiene el texto.

Más allá, junto con estas limitaciones, se plantea una restricción de aforo en reuniones a un máximo de "4 personas" tanto en interiores como exteriores, e igualmente se desaconseja "expresamente" la celebración de encuentros sociales en los domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes.

Además, se considera "pertinente" hacer una campaña institucional para evitar la relajación de comportamientos bajo el nombre 'No "salvamos semanas", salvamos vidas'. "Este esfuerzo debe incluir la integración en las estrategias de comunicación de elementos dirigidos a reducir el impacto de la "fatiga pandémica" en las medidas de control y plantear los escenarios de riesgo previstos incluyendo la esperanza que aportan los buenos resultados de las vacunas utilizadas para el control de la epidemia", remacha el texto.