El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parece asumir el reto de las elecciones madrileñas como si fuera propio y ha advertido que "el PP y Vox quieren formar el Gobierno de la plaza de Colón el próximo 4 de mayo", un volantazo hacia la ultraderecha, según el secretario general de los socialistas, en medio de la peor pandemia: "Así de simple, pero también así de crudo".
Frente a esa perspectiva, la movilización progresista capitaneada por el PSOE aunque advierte: "Quien quiera estar en un Gobierno progresista, liderado por el Partido Socialista y Ángel Gabilondo, deberá renunciar al extremismo". Mensaje más que directo a su socio de coalición, Unidas Podemos, que ve posible el entendimiento.
"En Madrid también podemos lograr un Gobierno de coalición como el que hemos logrado en España", invitaba Pablo Iglesias, que, por su parte, avisa al PSOE de que "ningún artefacto político", en referencia a Ciudadanos, va a posibilitar un gobierno progresista en la región que acabe con la "hegemonía" del PP, que ha convertido a esta autonomía como el "último bastión de la derecha corrupta".
"Aunque digan que es imposible, aunque digan que la derecha ya lo tiene ganado, en Madrid también se puede", sentenciaba el secretario general de Podemos, que ha reivindicado el "capital político" que aportará Unidas Podemos será la capacidad de llegar acuerdos de gobierno con otras fuerzas políticas para avanzar en "justicia social".
Por su parte, el PP ve los comicios madrileños como un primer paso para echar a Sánchez de La Moncloa. "La moción de censura hay que hacérsela a Sánchez cada vez que se abran las urnas", indicaba el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, que también divisa la oportunidad de aglutinar a toda la derecha: "Sánchez hoy no sería presidente si todos los que creemos en la libertad, en los impuestos bajos y en el futuro de una España unida, hubiésemos votado unidos".
García Egea ha subrayado que la "unión" de alcaldes, concejales y diputados de otros partidos al PP, "lo que otros califican de transfuguismo", supone "dignidad, amor por España y unión del centro derecha", entendiendo que se trata de "un paso más para que no sigan mandando en España Pedro Sánchez y Pablo Iglesias".
"La unión, la concordia, la paz, la moderación... Esos son los valores de Madrid y de Ciudadanos", le respondía el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, que reivindica a su partido y aspira a ser clave, siempre, claro, que logre representación. El candidato 'naranja' ha definido a su formación como "antídoto del populismo" y ha asegurado que tras las elecciones no gobernarán "ni Podemos, ni Vox ni 'Mas Podemos' (como ha calificado a Más Madrid". "No será fácil, porque los extremos pisan fuerte", se lamentaba Inés Arrimadas.
Tampoco se resignan en Más Madrid. Su candidata, Mónica García, ha defendido que la Comunidad "no se merece una presidenta nini, que ni economía ni salud", que antes "salva la Navidad o el turismo de borrachera" que a la población de la pandemia.
"Este gobierno, por llamarlo algo, en dos años no ha hecho una sola ley. Bueno, sólo una (la del Suelo), para especular, no para nosotros. En dos años ha habido cero presupuestos y cero ayudas", ha lamentado la candidata desde Orcasur.