En declaraciones a Europa Press, Rigol ha reconocido que no han podido lograr parar las obras pero ha destacado que, a través del contencioso, han conseguido que "el proyecto mejore mucho" con medidas de seguridad adicionales para blindar del túnel la Sagrada Familia y otra obra de Antoni Gaudí, la Pedrera.
Ha afirmado que los técnicos de la Unesco que vigilaron las obras confirmaron que no habían visto nunca un túnel con tantas garantías, aunque ha costado mucho dinero y "Adif se lo podría haber ahorrado" con un trazado alternativo, y aún teme porque el túnel bloquee el curso del agua bajo la basílica y por posibles futuras vibraciones de los trenes.