Fue el lunes, tras el fin de semana de críticas y conversaciones con sus colaboradores, cuando el rey decidió que tenía que pedir disculpas. El discurso tenía que ser breve, directo y comunicar varios mensajes a la vez. El príncipe, la reina, Rajoy y Rubalcaba conocían los planes de don Juan Carlos. Según se ha conocido, el rey está satisfecho con la acogida de los ciudadanos y los políticos.