Con el voto en contra de Unidos Podemos y la abstención de Bildu, finalmente se ha aprobado una de las principales reclamaciones de los colectivos implicados en esta iniciativa, entre ellos víctimas de accidentes, la Asociación de Ciclistas Profesionales y la iniciativa #PorUnaLeyJusta, que pedían incluir entre las "imprudencias menos graves" del Código Penal las que causen lesiones que menoscaben la integridad corporal o la salud física o mental de la víctima.
Las lesiones serán sancionadas con penas de multa de tres a doce meses, una situación que se había eliminado durante la reforma del Código Penal que el PP realizó en 2015, y que dejó las lesiones para el Código Civil. Esto implica, según han señalado víctimas y ciclistas, al 90% de los casos de estos siniestros.
No es el único cambio que se ha producido en las calificaciones de imprudencia. La "imprudencia grave" al volante abarcará también ahora tres supuestos: cuando se comete un delito contra la seguridad vial por exceso de velocidad, cuando se hace bajo la influencia de drogas o bajo la influencia de alcohol.
Hasta ahora, el juez valoraba si la imprudencia había sido grave, menos grave o leve, de acuerdo con las circunstancias concurrentes en el hecho. Con la nueva regulación propuesta, en cualquiera de estos tres supuestos no cabrá margen de interpretación y se considerará imprudencia grave en cualquier caso. Las penas máximas pasan así de cuatro a nueve años.