Rajoy ha leído una declaración institucional después de que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciara la disolución de las Cortes y la convocatoria electoral, el fin de una legislatura "en la que han sucedido muchas cosas que de ninguna manera se pueden volver a repetir" y que deja "una herencia muy difícil de gestionar", ha resumido el líder del PP.
Pese a repetir en varias ocasiones lo complicado de la situación y que costará un tiempo salir de la crisis, a falta de una "barita mágica", ha dicho, Mariano Rajoy ha querido subrayar lo "ilusionado" que está con el proyecto y la capacidad que tienen los españoles de empujar en la misma dirección cuando se les convoca a ello.
En este sentido, ha dicho que los españoles siempre se han crecido ante las dificultades y siempre las han superado, como hicieron en la Transición, en la incorporación de España a la Unión Europea y en la entrada en el euro. "Ahora, una vez más, seremos capaces de seguir adelante", ha agregado.
Además de anunciar que será necesario tomar muchas decisiones, Rajoy se ha comprometido si gobierna a hacerlo con "otras actitudes", porque es a su juicio "indispensable" que la vida política "recupere la concordia". "Aspiro a gobernar desde el centro, la moderación y el diálogo", ha dicho, "y a gobernar con verdad, con transparencia y con responsabilidad". "Si los españoles nos dan su apoyo, haré un gobierno creíble, previsible y solvente, en el que todos puedan confiar", ha sentenciado.
En varias ocasiones Rajoy ha dejado claro que el objetivo de su gobierno, si llega a formarlo, será crear empleo partiendo "de un bueno diagnóstico de la realidad" y sin engañar, ha dicho, sin crear "falsas expectativas". "Gobernar es tomar decisiones, decidir con justicia, hacer las reformas que precisa la economía. Lo peor es no hacer nada", ha insistido.
Y para ese gran objetivo, el líder del PP ha precisado este lunes los tres instrumentos "imprescindibles". El primero, la austeridad, para no gastar lo que no se tiene; el segundo, la reestructuración del sistema financiero, "prioridad fundamental" para que "vuelva a fluir" el crédito a empresas y familias; y el tercer instrumento, reformas que incrementen la competitividad del país.
"Sólo haciendo estas cosas seremos capaces de crear empleo y las administraciones públicas tendrán más ingresos para mejorar y aumentar nuestros grandes servicios públicos fundamentales, en especial, la educación, la sanidad y el sistema público de pensiones", ha añadido. DE LA AUSTERIDAD A LA COMPETITIVIDAD