Torra, que participa estos días en Washington en el Festival cultural Smithsonian Folklife que tiene a Cataluña como invitada. Primero tomó la palabra el president de la Generalitat. En segundo lugar lo hizo Morenés. Al escuchar su discurso, Torra se levantó y se fue. Su jefa de prensa dijo en Twitter que el discurso del exministro era "absolutamente intolerable y ofensivo hacia el país y la institución".
Durante sus palabras en el acto, Torra dijo –según publica La Vanguardia- que “los catalanes hemos sufrido una implacable persecución política, lingüística y cultural durante los últimos siglos”.
“Ahora luchamos contra un estado de emergencia y las injusticias sufridas por gente como el presidente Puigdemont, forzado al exilio, y todos los otros presos políticos. Estos lazos amarillos que llevamos son por ellos”, dijo Torra, según cuenta La Vanguardia, uno de los pocos medios invitados al acto.
“El derecho a la autodeterminación es esencial para el pueblo de Cataluña. Nunca debemos dejar de defender la libertad”, dijo Torra mientras Morenes escuchaba muy serio.
Cuando llegó el turno de palabra del embajador español este destacó “la grandeza de la cultura catalana” y destacó su “privilegiada situación política”. “Así que permítanme rectificar con hechos y cifras la propaganda que ha sido diseminada hoy aquí por el president de la Generalitat”, dijo Morenés entre abucheos.
“No hay presos políticos en España y no lo digo sólo yo sino informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Lo que hay son políticos que a pesar de todas las advertencias y sus propios servicios legales decidieron contravenir el Estatut y la Constitución española y violar la ley”, sentenció Morenés.
En defensa del embajador ha salido el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que cree que Morenés estuvo "en su sitio" al defender España.
En cambio, el portavoz parlamentario adjunto de ERC, Gabriel Rufián, ha definido al exministro como el "señor de la guerra".