Jordi Pujol i Soley. El patriarca del clan y expresidente de la Generalitat. A raíz de su confesión de culpa, cuando admitió un delito fiscal continuado en el tiempo tras no declarar un dinero que supuestamente le dejó su padre en 1980, un juzgado de Barcelona investiga el origen de esa supuesta herencia. El fiscal rechaza el archivo del caso ante lo que considera “dudosa procedencia” de los fondos que la familia Pujol tenía en la Banca Privada de Andorra, regularizado ante Hacienda en 2014. “Ese dinero”, señala el fiscal en sus escritos, “procede del traspaso de fondos de otras cuentas y no se conoce el saldo que se traspasa de las primeras a las segundas; algunos importes no coinciden y existen ingresos en efectivo”.
Jordi Pujol Ferrusola. Es el hijo mayor del clan y le llaman Junior. Tiene 56 años y vive en Barcelona. Está separado de su mujer, Mercè Gironès. Está imputado desde febrero de 2014. La denuncia de María Victoria Álvarez, ex novia del primogénito de los Pujol, provocó en enero de 2013 la apertura de una causa que instruye el juez Pablo Ruz en la Audiencia Nacional por supuesto blanqueo de capitales.
Victoria denunció que llevaba con frecuencia bolsas con billetes de 500 euros hasta Andorra y que ella le acompañó en alguno de esos viajes. La investigación ordenada por el juez destapó un sospechoso movimiento de dinero por parte de las empresas del hijo mayor del ex presidente (33 millones de euros sumaban las operaciones) a través de bancos de 11 países distintos, algunos de ellos considerados paraísos fiscales. Además, los informes de la Agencia Tributaria acreditaron que durante ocho años (de 2004 a 2012), las sociedades de Pujol Ferrusola ingresaron cerca de ocho millones de euros que pagaron distintas empresas, todas ellas contratistas de la Generalitat de Cataluña durante el Gobierno de Jordi Pujol.
Marta Pujol Ferrusola. Tiene 54 años y es arquitecta. Su estudio recibió seis encargos por adjudicación directa del Gobierno catalán durante el último ejecutivo de su padre, desde mediados de los 90. No tiene empresas a su nombre. Posee una casa en Mataró, una moto Vespa y terrenos industriales. A lo que hay que añadir el casi millón de euros que tenía en Andorra hasta el pasado julio.
Josep Pujol Ferrusola. Tiene 51 años y vive en Madrid. Es el responsable de la división europea y estadounidense de Indra, a la que vendió su empresa Europraxis por nueve millones de euros. Indra ha obtenido contratos por valor de hasta 60 millones de euros de la Generalitat, según la Policía. Ha reconocido que tiene dinero en un paraíso fiscal y acaba de regularizar dos millones de euros de la herencia del abuelo gracias a la amnistía fiscal por el Gobierno.
Pere Pujol Ferrusola. Tiene 49 años y es ingeniero agrónomo. Su empresa se dedica a la consultoría medioambiental y entre 1993 y 2002 elaboró informes por encargo de la Generalitat. También colaboró con el departamento de Industria, cuyo secretario en el año 2002 era su otro hermano Oriol.
Oriol Pujol Ferrusola. Tiene 46 años, licenciado en Veterinaria, se dedica a la política. También tiene un máster en dirección y administración de empresas. Era el heredero político de su padre y se situaba tras Artur Mas como posible candidato para presidir la Generalitat. Sus aspiraciones políticas se han visto truncadas tras ser imputado por tráfico de influencias y cohecho en el llamado caso ITV, lo que le obligó a dejar su cargo como número dos de Convergència y diputado en el Parlament. El juez y el fiscal creen que usó su “peso político” para que unos empresarios lograran, de forma ilícita, la adjudicación de estaciones de ITV. Oriol se desvinculó pronto de la herencia y ha intentado alejar su nombre del mundo de los negocios: no figura en ninguna empresa, aunque los investigadores sospechas que cobró de la trama a través de su mujer, Anna Vidal Maragall, que a su vez cobraba por trabajos ficticios. Oriol también está acusado de aceptar un soborno de 30.000 euros a cambio de orientar el voto de CiU en una ley.
Mireia Pujol Ferrusola. Tiene 44 años, es fisioterapeuta y, en principio, es la menos implicada en los negocios de la familia. Sin embargo, se ha beneficiado de su apellido ya que, al parecer, una inmobiliaria le concedió un piso de protección oficial que había sido catalogado así por la Generalitat apenas un mes y medio antes de la firma. En julio regularizó el millón de euros que tenía en Andorra de la famosa herencia.
Oleguer Pujol Ferrusola. Tiene 42 años y, en estos momentos, se encuentra en libertad con cargos después de que el juez Pedraz ordenara el registro de sus propiedades en Madrid, Barcelona, Valencia y Melilla. Pedraz investiga la compra de un hotel en Canarias por 8 millones de euros, supuestamente con fondos procedentes del paraíso fiscal de las Islas Vírgenes, lo que supondría un blanqueo de capitales. El juez pretende aclarar el origen del dinero con el que se adquirieron, por ejemplo, 1.152 oficinas del Banco Santander por parte de la sociedad Samos Servicios y Gestiones, la adquisición de edificios de Bankia por parte de las sociedades Step Negocios y Ursus Alfa, la compra de un hotel en Canarias y operaciones realizadas entre la sociedad inversora Longshore y Prisa Division Inmobiliaria. También se encuentran entre las transacciones investigadas las realizadas entre Nueva Melilla Asociados y Tres Forcas Capital, así como la compra de inmuebles en Palma de Mallorca y la adquisición del edificio del Consejo General de la Abogacía por Step Negocios en 2012. En un auto emitido el pasado 1 de octubre, Pedraz justificó la competencia de la Audiencia Nacional para asumir este procedimiento al considerar que Oleguer Pujol podría haber incurrido indiciariamente en un delito de blanqueo de capitales y otro contra la Hacienda Pública cometidos en el extranjero que habrían supuesto "una defraudación con grave repercusión en el tráfico mercantil y en la economía nacional".El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 argumentó que Oleguer Pujol obtuvo "una importante cantidad de dinero cuyo origen es desconocido" procedente de las Islas Vírgenes, "territorio considerado paraíso fiscal por la OCDE", para la adquisición del establecimiento hotelero. Considerado por la policía el “auténtico cerebro financiero” de la familia, Oleguer regularizó, presuntamente, tres millones con la amnistía fiscal.