Desaparecidas de la vida pública desde el pasado 3 de febrero, cuando acudieron junto a sus padres a la apertura de la XIV Legislatura, la princesa Leonor y su hermana, Sofía, reaparecen en público el 23 de febrero. Y lo harán por partida doble. A las 18.00, participan en la lectura virtual de El Quijote que organiza el Círculo de Bellas Artes de Madrid, como la Casa Real ya anunció la semana pasada. Y hoy se ha sabido que, además, preparan para las 20.00 -la hora de los aplausos- "una intervención de carácter más personal y en conexión con los más jóvenes".
De esta manera, y tras semanas confinadas tras los muros del palacio de La Zarzuela, se suman a las acciones que todas las casas reales europeas han escenificado hasta ahora para mostrar su compromiso social.
Desde que estallara la pandemia han sido muchos los miembros de la realeza europea los que han mostrado su solidaridad con discursos alentadores o agradecimientos al personal sanitario, y ahora dan un paso más en la calle y atienden llamadas, donan alimentos, preparan comida o ejercen el voluntariado sanitario.
Sofía, esposa de Carlos Felipe de Suecia, se ha presentado de voluntaria sanitaria en un hospital para ayudar en la pandemia. "Era su deseo" y para ello, durante tres días, recibió formación para atender adecuadamente tanto a pacientes como a familiares.
La princesa heredera Victoria de Suecia visitó un centro de preparación de comida para personas desfavorecidas en el que, además de interesarse de primera mano por la labor que allí realizan los voluntarios, no dudó en ponerse manos a la obra y preparó cajas de alimentos para ayudar a la gente sin hogar y vulnerable.
Por su parte, Máxima de Holanda, ataviada con abrigo de flores y mascarilla, ha visitado una fábrica de respiradores para los pacientes de las UCI, tecnología vital en estos momentos.
Al igual que otras reinas, como es el caso de Letizia en España, Máxima de Holanda también realiza teletrabajo y videoconferencias desde su despacho en el Palacio de Huis ten Bosch.
Felipe de Bélgica, tras recuperarse del coronavirus, y su mujer Matilde, ambos protegidos con mascarillas, visitaron el hospital de Lieja para conocer cómo había hecho frente el centro sanitario al aluvión de pacientes contagiados.
Unos días antes, Matilde y sus hijos se pusieron manos a la obra e hicieron gofres para los ancianos de una residencia, además de llevarles tartas artesanas y flores.
Además la pequeña Éléonore de Bélgica, de 12 años, también quiso sumarse a la iniciativa de establecer conversaciones telefónicas a los mayores que se encuentren solos, en concreto a los del centro de atención residencial De Gulden Lelie (Amberes) y habló con algunos de ellos por teléfono.
Sophie de Wessex, esposa de Eduardo de Inglaterra, se ha convertido en cocinera en un grupo de restaurantes que prepara comidas para el Servicio Nacional de Salud. Con delantal, chaquetilla de chef y mascarilla, la nuera de Isabel II ha demostrado sus habilidades culinarias, preparando espaguetis para la comida del personal sanitario.
Junto a ella, Sarah Ferguson y Eugenia de York son de las que más iniciativas está haciendo a pie de calle con los afectados, y no dudan en desplazarse para donar productos de higiene básica, alimentos no perecederos o preparar diferentes platos de comida.
Alberto de Mónaco, que también dio positivo con COVID-19 y retomó su agenda provisto de su correspondiente mascarilla, acudió a un centro de atención telefónica, dedicado a personas que tienen síntomas leves y que no requieren hospitalización. Ahora ha anunciado que recorta un 40 % el presupuesto de palacio.