La comunicación no verbal (CNV) -aquella que comprenden nuestros gestos, movimientos o expresiones faciales y elementos como el tono o volumen de voz e incluso las pausas al hablar- “nos da pistas sobre la personalidad de alguien, lo que está sintiendo en ese momento, la credibilidad de su mensaje verbal… Hay muchos matices que nos pueden permitir tomar decisiones sobre confiar o no en esa persona”, señala la coach Raquel López Vergara.
Con la CNV podemos darnos cuenta si un político es sincero o nos está intentando vender la moto. Los gestos que acompañan a un mensaje pueden servir para que "detectemos algún engaño o si hay un intento de manipulación", comenta la experta a la que le hemos preguntado qué políticos españoles hacen un buen uso de ella y cuáles no.
“En general no lo hacen bien. Sus gestos son estereotipados, no los hacen suyos o carecen de habilidades de comunicación”, sentencia. No obstante, considera la directora del Grupo Crece que el líder de Ciudadanos “Albert Rivera se comunica muy bien aunque muestra algunos gestos nerviosos que forman parte de una persona activa porque le acompañan en general, no solo en situaciones de estrés”
Inés Arrimadas, líder de la formación naranja en Cataluña, también es buena comunicadora y controla los diferentes elementos no verbales, sostiene. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dice, “usa de maravilla la voz y los silencios y sus gestos que, aunque escasos son congruentes”.
Entre quienes llevan más años en política también hay quien destaca. El socialista Miquel Iceta “tiene una comunicación no verbal congruente y transmite cercanía y naturalidad”.
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, es “inexpresivo, no transmite nada”, sostiene. María Dolores de Cospedal, ex ministra de Defensa con el PP, “no mira de forma fija, dispersa la mirada, fuerza la sonrisa, se le nota mucho la ansiedad”.
La ministra de Defensa actual, la socialista, Margarita Robles, mira para arriba, no vocaliza bien, no transmite seguridad ni con el cuerpo ni con la voz, comenta la coach, que preguntada por si en la historia reciente ha habido buenos comunicadores entre los políticos, destaca a Julio Anguita y Felipe González.
De Anguita dice que “transmitía total credibilidad y concordancia entre el mensaje verbal y no verbal, además de usar el lenguaje no verbal para ofrecer seguridad y motivación”.
Felipe González fue un “excelente comunicador jugando bien con la voz, las pausas, los gestos” y Adolfo Suarez “era una persona coherente en su comunicación y transmitía calma y seguridad”.
De la derecha destaca al que fue ministro de Justicia popular, Alberto Ruiz-Gallardón, que “era muy políticamente correcto y también transmitía congruencia pudiendo ir del registro cálido al registro firme”.
Fuera de nuestras fronteras, López Vergara, pone como buen ejemplo a los expresidentes de EEUU, Barak Obama y Bill Clinton. “Los americanos nos dan cien vueltas a los europeos”, sentencia.