La colada lávica 2 del volcán de La Palma, situada al sur de la montaña de Todoque, entre las coladas 1 y 9, ha llegado al acantilado de la playa de Los Guirres. Con su llegada al mar se ha creado una nueva fajana, fruto de la unión de la fajana primigenia con la nueva.
La lava continúa cayendo por el acantilado hasta en 4 chorros diferentes. Así, la ancha y compacta fajana se traga a marchas forzadas la playa de Los Guirres, cada vez más diminuta. Solo sobrevive en una esquina un chiringuito que tiene las horas contadas.
Preocupa ahora también la colada que se detuvo hace semanas sin llegar al mar. Todo indica que también terminará uniéndose a las otras fajanas y formando un único bloque.
El choque térmico entre la lava a 800-900 grados y el mar provoca columnas de vapor de agua con partículas de ácido clorhídrico, que pueden resultar peligrosas para la salud en los entornos más cercanos al punto de emisión; en este caso, todos los barrios y las viviendas alrededor de la playa de Los Guirres están evacuados desde hace semanas por la amenaza que representaba el lento avance de las coladas.
En la misma línea y según el último informe emitido este miércoles por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) con información del Gobierno de Canarias y del Instituto Geográfico Nacional, también se ha incidido en que "la colada lávica ha rebasado ya el frente preexistente hasta alcanzar la playa de Los Guirres".
Respecto a la calidad del aire, uno de los temas que más ha preocupado en las últimas jornadas, ha experimentado una leve mejoría en las partículas en suspensión PM 10 pasando de una situación "extremadamente desfavorable" a "desfavorable" en los municipios de Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, Puntagorda y Tijarafe.
La emisión de dióxido de azufre (SO2) -asociada al penacho volcánico- también continúa alta, con valores entre 9.000 y 13.000 toneladas diarias, pero su evolución temporal "refleja una tendencia descendente".