En vísperas de la festividad del 12 de octubre, la estatua de Colón de Barcelona ha amanecido con pintadas que simulan sangre y una consigna a modo de protesta: "Nada que celebrar". La fiesta nacional estará marcada por la ausencia del president de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en el desfile de las Fuerzas Armadas en Madrid.